Ardiendo en el infierno |1|

Capítulo 14

Nathan

“No cuenta como infierno si te gusta cómo quema"

Manejé a casa más nervioso que nunca, Mara me tenía enamorado desde que tengo memoria. Nunca me importó de quien era hija hasta que crecí y me di cuenta de lo crueles que son las personas, mi tía fue clara si la prensa se enteraba de que salgo con la mucama la reputación de nuestra familia estaría arruinada me prohibió seguir viéndola pero anoche cuando la vi llegar con el mugroso chófer la sangre me hirvió y sólo quería tomarlo y molerlo a golpes pero me contuve porque si reaccionaba así Mara no volvería a hablarme. Me temblaban las manos y no era para menos tenía a la mujer de mis sueños justo al lado y pronto estaría debajo de mí. El estar  tan cerca de tenerla no es lo único que me tenia afligido, ella había sido mi sueño desde siempre nunca pude estar con nadie porque no me conformaría con nada menos que lo mejor y para mí ella era el premio mayor.

He besado a otras chicas y hasta he llegado a segunda base pero cuando llegaba el momento de concretar la imagen de Mara no salía de mi mente y simplemente me iba.

Llegué frente de la casa y salí de prisa para abrirle la puerta, entramos con cautela como si alguien nos esperara apoye mi mano en su cintura y la guié hasta mi alcoba.

Apenas pasamos la puerta puse una mano en su nuca y con la otra rodee su cintura, junte nuestros labios en un movimiento desesperado y casi de inmediato ella me respondió, nuestras lenguas parecían en guerra y sólo nos separamos por falta de aire, nuestros ojos conectaron y sin decir nada Mara me quitó el saco dejándolo caer al suelo deslice la mano de su cintura a su espalda y bajé casi en cámara lenta el cierre de su vestido lo deslice por su cuerpo dejándola expuesta y juro que podría tener  un orgasmo con sólo la imagen de su cuerpo.

Ella levantó las manos tratando de cubrir sus pechos ya que había quedado solo con una diminuta braga.

_No lo hagas- digo bajando sus brazos- Eres preciosa y me encanta verte

Ella sólo asintió y se acercó a mí inundándome de un olor a vainilla y canela que a partir de ahora sería mi olor favorito en todo el mundo. Me desató el moño y luego siguió con mi camisa dejándome solo con el pantalón levanté mis manos tomándola por las mejillas y junte nuestros labios, no fue un beso vacilante ni delicado mi lengua danzaba  frenéticamente contra la suya mientras la encaminaba a la cama. Le di un leve empujón haciéndola caer en la cama recorrí sus piernas con mis manos cuando llegue a sus bragas las deslice fuera de su cuerpo dejándola completamente desnuda ante mí. Ella no dijo nada sólo me miraba directo a los ojos como si sólo nosotros existiéramos y la verdad no hacía falta decir nada.
Me enderece para desatarme del cinturón luego baje mi pantalón y bóxer todo junto, mi erección salió disparada quedando a la vista me puse encima de ella y subí mis manos delicadamente por sus muslos acabando en sus pechos los masajee con delicadeza presionando con mis pulgares sus pezones Mara dejó escapar un gemido que para mí fue la gloria besé y mordisquee su cuello y subí hasta sus labios.

_ Eres la chica más hermosa que he visto - le digo apoyando mi frente con la suya

_Nathan - dice jadeando baje mis manos hasta su punto más sensible y empecé a mover mis dedos en forma circular

_Ahhh así, Nathan más rápido

_Risos necesito estar dentro de ti ahora o me vendré pasando la peor vergüenza de mi vida-digo sincero

_Entonces hazlo, hazme tuya- y en ese momento me di cuenta de lo estúpido que era no tenía preservativos y no iba a tener sexo sin protección. Creo que Mara notó el cambio de mi rostro ya que preguntó

_ ¿Pasa algo? ¿te arrepentiste? - vi como sus ojos se cristalizaron de repente

_No no claro que no, hacerte mía es lo que más deseo

_¿Entonces?

_No tengo protección - digo avergonzado

_Oh, no importa uso la inyección si estás limpio podemos hacerlo sin condón

_ Risos estoy más que limpio- y me debato entre decirle o no- nunca he estado con nadie

La cara de Mara paso de éxtasis a sorpresa.

_¿Jamás?

_Jamás, estaba esperando por ti- digo dejándole un casto beso en los labios

_ ¿Estás seguro que quieres hacer esto? - pregunta con preocupación

_ Nunca estuve tan seguro de algo en mi vida- digo posicionándome en su entrada-¿Y tú? ¿Estás lista?

_Claro que si- dice dándome una encantadora sonrisa

Entré en ella de una sola estocada, Mara dejó escapar un sonoro gemido pero me quedé quieto cuando una dolorosa punzada atravesó mi entrepierna.

_¿Estás bien? - pregunta

_Si sólo necesito un segundo- digo quedándome quieto, acabo de unos minutos empecé a mover mis caderas en un vaivén continuo y lento, el dolor iba disminuyendo y el placer iba aumentando y necesitaba más.

_Nathan más rápido - dice en un jadeo

_Ahora eres mía-digo mientras intensifico la velocidad - no voy a dejarte ir jamás - pose mis manos en sus cadera para darme soporte y las estocadas se volvieron furiosas veía como sus hermosos pechos rebotaban de arriba abajo y estaba a punto de venirme cuando ella soltó un fuerte gemido y sus paredes se contrajeron alrededor de mi pene sólo eso bastó para hacerme llegar al clímax, estalle  en su interior y vi extasiado como mis fluidos se derramaban por sus muslos, salí de ella muy despacio recostándome a su lado. No comprendía cómo había esperado tanto tiempo pero cada maldito segundo de espera había valido la pena.

Ladee mi cabeza hacia ella y vi como su respiración seguía agitada Mara volteó la cabeza dedicándome una hermosa sonrisa y en ese momento me di cuenta que no había vuelta atrás estaba completamente enamorado de la mujer junto a mí y iba a hacer todo porque nunca se alejara de mi lado.

_Risos-digo captando su atención- Te amo

_También te amo Nathan -dice  acurrucándose en mi pecho