MELIFLUO ━ the good doctor (ABANDONADA)

I. Autismo

" Autismo "

El sonido del despertador advirtió la llegada temprana de esa mañana para la joven Doctora Camelia Verita, quien se levantó de manera automática de su cómoda cama matrimonial, rumbo al baño.

Haciendo su rutina de aseo diaria, acomodó su ropa ya planchada en su carro, de manera que está no volviera a arrugarse.
Posteriormente fue hasta la cocina por un buen vaso de café, cargado con mucha azúcar, acompañado de un muffin que sacó de la bolsa comprada del supermercado. Leyó de manera rápida el sabor de estos.

Relleno de dulce de leche

Sonrió para si misma encaminándose nuevamente hacia la sala de estar, apagando las luces y cerrando con llave la puerta de su hogar.
Entró a su auto, arrojando las llaves de su casa en la guantera, insertó e hizo contacto para prender el auto después de abrochar su cinturón.

Se tomó unos segundos para encorvar su espalda hacia atrás, estirándose, para después soltar un suspiro, dejando salir todo el cansancio.
La radio resonó todo el camino hacía el hospital mientras tarareaba las canciones que pasaban por su emisora favorita.

Llegando al fin a su destino, estacionó en el lugar para empleados, tomo sus cosas y salió del auto mientras se colocaba su identificación en el cuello, acomodando su bata, volvió dentro del auto, tomando las llaves de este y su desayuno.
Puso el seguro de el BMW blanco, escuchando el sonido del tintineo, colgó su mochila en su hombro, sosteniendo el muffin aún en su envoltorio con su boca, y mientras en su mano estaba su café.

Entró por la puerta del personal con una sonrisa, maniobrando para abrir la mini bolsita en la que el muffin se encontraba, para después meterle una mordida, acompañada de un sorbo del café frío.
Una vez llegó a los casilleros del personal, arrojó su mochila dentro, volviendo a cerrar esta con rapidez, para dirigirse a su lugar favorito del hospital.
Mientras seguía su camino, vio el letrero algo sombrío anunciando que ya había llegado a su destino.

"Morgue"

Con su pie empujó la puerta, entrando y mirando a la gente que se encontraba allí, bueno, la gente y los muertos.
Por el rabillo de su ojo noto una cabellera azabache acercarse. Haciendo una mueca de disgusto bien disimulada, colocó una sonrisa falsa en su rostro, girándose para verla.

— Allegra Aoki, mi gran amiga, es un placer tenerte aquí, ¿puedo ayudarte en algo?

— No es necesario fingir que te caigo bien, Dr. Verita, venía a avisarte de una reunión de emergencia de los directivos. – sonrió a la castaña, quien cambio su expresión por una seria mientras asentía.

— Bien, ¿y el asunto es...?

De manera desinteresada paseo su mirada por la morgue, buscando algo que estuviera fuera de lugar.

— El director Glassman contrato a un nuevo Cirujano con autismo.

Camelia se giró rápidamente hacia la de rasgos asiáticos, ambas yendo rumbo a la oficina de la más joven, que abrió la puerta para Allegra.

— Tendra sus razones...

Se sentaron en sus sillas, una detrás del escritorio y otra arrastró una silla hasta posicionarla en frente de este. La menor dejo su café sobre el escritorio, que fue rápidamente tomado por la mayor, recibiendo una mala mirada de parte de Camelia.

— Dios, hay un poco de café en tu azúcar. – murmuró con asco la mayor mientras tragaba con dificultad el líquido frío.

— Si no te gusta, no lo tomes – arrebató el café de la mano de Aoki, limpiando la parte que los labios de la pelinegra tocaron.