Capítulo 66⚓

282 38 14
                                    

Pasamos encerrados en el estudio de su padre, unos quince minutos. Me encantaba besarlo, una parte de mí anhelaba su boca sobre la mía, y amaba esa sensación que él provocaba en mí. Sentía que estaba mesmerizada por sus ojos azules, por sus besos, por él.

El beso se volvió mucho más intenso, sus manos de adentraron dentro de mi blusa, tocando mi piel que quema bajo su toque. Me sienta en el escritorio de su padre, y mis piernas se ponen a ambos lados de sus caderas. En este momento mi cuerpo esta hecho de fuego, es una sensación que jamás había sentido.

Recuerdo que Sofía había hablado de como se siente cuando tu cuerpo está deseando algo más que sólo besos. Y creo que mi cuerpo así se siente, es algo en mi interior que me hace querer más y más, algo para apagar el fuego o probablemente encenderlo más. No puede más, así que le quito la camisa gris que lleva, y él hace lo mismo con mi blusa; es la segunda vez que quedo demasiado expuesta a él. Como casi siempre, llevo top que suelo conseguir a buen precio en tiendas de segunda mano. Algo muy simple y cómodo, el top es blanco y está adornado con encaje en la orilla, un moño al centro.

—Que tierno y adorable—Nick toca el pequeño moño en el centro de mi pecho.

—¡Qué vergüenza!—coloco mi cabeza en su pecho. En serio, no quiero verlo a la cara. Me siento como una tonta al tener poca pericia.

Nick me aleja y con su pulgar levanta mi rostro para que pueda verlo fijamente.

—No tienes que sentir vergüenza—deja un casto beso en mis labios antes de continuar—, tienes un cuerpo increíble y me mesmeriza cada que lo veo.

Sus palabras tienen un efecto positivo en mí, así que sonrío como una tonta. Él vuelve a poner sus labios sobre los míos, su lengua choca con la mía, haciendo que siento mil cosas a la vez. Sus manos tocan mis piernas y la piel desnuda de mi torso. En un momento, una de sus manos quita el botón mis jeans y baja el cierre de estos. Mi corazón va latiendo frenéticamente por lo que él pueda hacer. Introduce una mano dentro de mis jeans y pasa por encima de mis bragas, haciendo que dé un jadeo.

—Ni siquiera he empezado a tocarte y ya estás jadeando.—dice contra mis labios—Me encanta.

Muerde mi labio y seguimos con lo mismo, seguimos besándonos, y él continua con su mano dentro de mis jeans. No sé porque, pero en este momento estoy muy agradecida, que mis jeans sean un poco holgados; pensar eso hace que me de cuenta que mi mente es retorcida y está hecha un desastre total.

Sus manos corren la tela de mi rápido interior ¡y joder! Nunca en mi vida había sentido todo mi cuerpo reaccionar de está manera. El placer es demasiado, tanto que sino fuera por la música de la fiesta que está a todo volúmen, podrían oir mis gemidos. El corazón literalmente se va a salir de mi pecho, está sensación es fuego.

Nick besa mis labios para poder apagar mis jadeos. Mis piernas se tensan ante todo eso y hay un momento en que simplemente ya no puedo más, y alcanzo el placer total. Mis piernas vuelven gelatina y siento una ligera capa de sudor en todo mi cuerpo. Nick me besa para evitar que un grito escapara de mi boca.

Mi respiración está entrecortada y aún tengo las sensaciones del momento, joder, que bien se sintió.

—¿Qué fue eso?—pregunto apenas en un sonido audible.

—Nunca te habías tocado, ¿cierto?—su afirmación es obvia. Yo asiento con la cabeza, el sonríe ante esto—Me alegra ser el primero en tocarte y provocarte un orgasmo.

Jadeo de la impresión y muerdo mi labio inferior. Él pega su frente a la mía, mezclando nuestras respiraciones.

—Yo...—ni siquiera sé que decir. Nunca había pensando en que este momento llegaría tan rápido. Parte de mí siente que profanaron mi cuerpo, eso me hace sentir un poco mal.

Desastre ColateralWhere stories live. Discover now