Prologo

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Hacia un día brillante con un viento tranquilo y silbante que se hacía escuchar por todos lados, moviendo delicadamente las hojas de los árboles así como la cálida luz de los rayos del sol acariciaban el suave césped, ante tal páramo incluso el más diligente de la de los jorlaneros se tomaría un descanso e inclusive una siesta para contemplar todo esta maravillosa escena que ante sus ojos se estaba presentando.

Aunque eso sería cualquier persona normal, por su parte había quienes preferían dejar todo listo y no tener mayor inquietud que realizar su labor diaria de manera a satisfactoria, así como un sacerdote realiza sus cánticos de mañana, un hombre vestido de una armadura ataviada poco oxidada y derruida estaba paseándose por los alrededores de la granja, buscando por los alrededores.

Su búsqueda era minusiosa, en cada rincón, en cada piedra del muro incluso del césped qué yacía en los alrededores, buscando algún pequeño indicio, incluso oliendo los alrededores, para capturar algún aroma de algo o alguien que hubiera pasado por ahí.

Obteniendo casi el mismo resultado en cada momento, nada, consiguiendo que nada mas le soplar a él viento a su alrededor en signo de la pasividad del ambiente.

-todo parece estar sin alteración alguna, no hay pizadas, marcas o el edor de ellos, al parecer desde el ataque, sus intentos en tomar tierras más haya de las montañas han sido frustrados, por el momento - dijo el hombre vestido armadura de manera pensativa, mientras checa a una última vez la zona.

Pero antes de tan siquiera volver a terminar con su tarea, una voz femenina, dulce y gentil, se escucho desde una de las ventanas cabañana, en donde una chica de cuerpo voluptuoso y de pelo rojizo agitaba su mano en señal que el se acercara.

-hey!!!, esta lista la comida!. - gritaba una mujer, la cual intentaba buscar por donde estaba el.

-tal vez debería de dejar de buscar aquí y enfocarme en zonas más lejanas - dijo el para sí mismo al comprender que ningún indicio le decía que volverían a este lugar.

Poco tiempo después tanto el chico de la armadura y a la chica de los pelos rogizos yacían en una mesa de madera, a la vez que un señor un poco mayor se sentaba a un lado suyo.

-(pero aun así es raro, desde que no hay goblins en la region, será que lo que mate hace unos días, pero esos eran los resagados de la invasión). - pensó fríamente goblin slayer, mientras el entraba a la casa y la cow girl lo miraba con alegría.

-hola, ahí esta la comida, mi tío no vendrá a comer esta ocupado con las vacas - dijo la cow girl alistando algunas cosas.

El slayer asintió y se puso a comer la comida, era un estofado de carne, algo nutritivo y sin duda delicioso, aunque nunca lo expresará apreciaba comer esta comida, no por algo especial, sabía que lo que ella cocinaba era algo que un aventurero necesitaría para valor nutricional, el como sabía que comidas hacerle aun era un misterio pero tampoco tenía tiempo para preguntarle.

-te gusto la comida - dijo ella con una sonrisa en su cara.

-si - dijo el slayer secamente.

-oye siempre, me he preguntado, alguna vez has pensado en cambiar de equipo - dijo la cow girl viéndolo detenidamente.

-a que te refieres - dijo el slayer intrigado.

-digo lo que llevas en cima, ya se nota las grietas y soldaduras - dijo ella observando, como el peto, las hombreras partes de los brazaletes, habían sido reparados.

Aunque el ostentara el título de aventurero de rango plata, uno pensaría que como minimo llevaría un armadura de mitril o de acero reforzado, pero el lelvaba siempre el equipamiento de nivel básico, uno el cual un novato podría conseguir después de unas cuantas misiones.

goblin slayer en WH FANTASYWhere stories live. Discover now