Capítulo único

92 6 0
                                    

Disclaimer: Hetalia Axis Power y sus personajes son propiedad de Himaruya. Créditos a su respectivo autor.
---------------------------------------------------------------

Extiendo por vez primera esta carta de renuncia ilegible que decido escribirte a ti, mi amor, aunque ya no puedas ser destinatario de la misma.

La escribo meramente porque mis sentimientos son inexpresables, e incluso pido perdón si fallo, pido perdón y mil veces perdón porque he dejado morir esto tuyo, esto mío, esto nuestro. Incluso me disculpo por la misiva tan imprudente varios años después del desmorono de lo nuestro, ¿pudo ser llamado así? ¿aun puedo llamarlo así?

Hace apenas unos minutos he dejado de llorar, pero eso no evita que mis ojos de vez en cuando se vuelven a llenar de humedades salinas que caen pesadas, espesas por mis mejillas ya cansadas, y mi mandíbula incluso aún más agotada de tantos gritos.

Alice, cariño, Monada, mi tesoro de más de mil millones de diamantes, pareciera que fue ayer cuando correteábamos por los lares de la dicha y la felicidad, pavoneándonos de que iríamos a un jardín de cristal y nuestra hija llevaría tu nombre, aunque dijeras que lo encontrabas horrible. Yo personalmente siempre lo encontré bonito, sonoro, Alice... dejo escapar ese nombre en un susurro porque te amé demasiado y sin embargo nadie pudo oírlo a tiempo, ni siquiera tú.

Cuatro años. Ya se han pasado cuatro años desde la última vez que escuché tu risa y siempre me pareció la melodía más celestial. Incluso aunque hemos estado tantos años separadas, amor mío, cada día de mi vida era sólo la gris monotonía junto a Arthur, junto a Francis (aunque ya no está conmigo, así como muchos de nuestros amigos en común) e incluso perdiendo cada vez más las ganas de querer quedarme en este lado de la vida.

Todavía me pesan los por qué, pero supongo que es porque apenas hacia unas horas yo jugueteaba con la computadora, buscando resquicios de la mujer que fui hace unos meses emocionada porque ya era pasatiempo personal esto de las misivas hacia el extranjero hacia alguna figura que admirase. No creí tomarme con ello.

Te fuiste, Alice. Un diecinueve de septiembre del año pasado, decidiste acabar contigo, con tus memorias, con tu existencia física que jamás en la vida conocí, ni palpé, ni abracé. Con esa existencia que jamás... pude entender. Pero eras tan perfecta que sólo podía pensar, "¿Qué diablos? ¡sólo merece amor y ya!". Imagina, o bueno, creo que ya no puedes.

Lo irónico de todo es cuánto dolor me causa esto. Todavía no lo proceso. Sé tus motivos y maldita sea ¡cómo no! ¡una vez logré salvarte de ti misma, y funcionó! ¡si tan sólo no hubiera sido tan tonta, seguramente...!

El "hubiera" no existe. Ni ahora ni nunca existirá, y Arthur ha prohibido martirizarme por ello. Sólo me queda escribirte esta carta preguntando cosas que nunca tendrán respuestas, como ¿en serio decidiste aquello que hace años escribimos? Recuerdo claramente el día que comentaste sobre tus ganas de abandonar este mundo a causa de un tren que arrollara tu carne, quemara tus vísceras y entonces, sólo entonces, renunciarías al dolor de seguir respirando.

Nuevamente había logrado evitarlo, amor mío. Sin embargo, aquí estoy, cuatro meses exactos (bueno, falta un día aún) escribiendo esta misiva porque apenas hace una hora me enteré de que habías decidido dejar nuestro mundo.

Es inevitable, y no te culpo. Yo ya no profeso el mismo amor pasional hacia ti pero dioses, me dueles de una forma tan significativa que no puedo creer que esté pasando, que te hayas ido, que te hayas llevado contigo a la pequeña Sakura sonriente, o a los retazos de lo que solía ser el intento de ser feliz. No lo sé, la depresión no es una enfermedad bonita, pero te juro que día a día lucho con ella para estar bien. Quiero hacerlo por ambas ahora que me enteré de que has decidido abandonar la lucha.

[Hetalia] En memoria de Alice (AliSaku)Where stories live. Discover now