B E G I N

F i v e t e e n

Suspiró tratando de calmarse a sí mismo a la vez que miraba mal a la persona en frente suyo, el azabache se encontraba lleno de ohagi en su cabello pero no hacía amague de querer limpiarse a diferencia suya que había intentado quitarse aquello de su cabello pero había terminado de mala manera ya que ahora mismo su cabello se encontraba totalmente viscoso.

ㅡoí.. más te vale que me limpies o te juro que voy a matarteㅡamenazó mientras esperaba que el contrario se atreviera a hacer algo.

ㅡ..Shinazugawa-san quedate quieto entoncesㅡle mencionó a la vez que simplemente se acercaba con delicadeza sentándose enfrente del albino empezando a sacarle los trozos de ohagi lentamente.

ㅡAcabamos de arruinar todo y no hemos sido capaces de comer nadaㅡ suspiró con fastidió cruzándose de brazos totalmente desconforme.

Ambos se quedaron en silencio después de todo nada había salido como ellos querían planearlo, en primer lugar habían discutido si las cantidades de ingredientes eran las correctas ya que ninguno tenía entendido como era ese asunto, luego cuando empezaron a hacerlo el albino había golpeado al de ojos azules cada vez que esté probaba la mezcla y finalmente en el armado esas cosas eran totalmente amorfas.

ㅡAprenderé a cocinarlos para ti, si quieresㅡsonrío levemente haciendo que el albino agarrará sus cachetes con firmeza estrujandolos con fuerza.

ㅡNo quiero, acabamos de hacer un desastre los dos, así que no quiero imaginar lo que harías tú soloㅡse quejó a la vez que volvía a golpear su frente con su mano.

El azabache rápidamente se separó del contrario por mucho que el quisiera no podía evitar ponerse nervioso al estar tan cerca de alguien puesto que hace tantos años que alguien lo había abrazado, para su sorpresa no se sentía incómodo manteniendo contacto físico con el contrario pero eso no quitaba el hecho que prácticamente aún era algo nuevo para el mismo.

ㅡIré a bañarme mientras tu le dices a la empleada que nos traiga la comida a la habitaciónㅡel albino se levantó rápidamente sin esperar una respuesta del contrario.

El azabache se quedó quieto en su lugar sin hacer nada hasta que finalmente entendió lo que sucedía, estiró su mano sin poder decir nada ante lo repentino de la situación.

ㅡ shinazugawa-san es tan injustoㅡmurmuró para sí mismo a la vez que avanzaba hacia los pasillos buscando a la mujer a cargo de aquella vivienda.

Podía sentir su rostro volverse rígido ante la mirada de la casera la cual parecía juzgarlo con la mirada viendo todo el desastre que habían causado en la cocina, antes que pudiera decir algo más ella simplemente avanzó sin mirarlo atrás.

ㅡLes llevaré la comida pero no traten de cocinar de nuevo, porfavorㅡmencionó siguiendo su camino dejando a aquel joven solo.

Por otra parte este simplemente se quedó mirando por dónde se iba para luego volver a la habitación donde estaba el albino, sin pensarlo mucho empezó a desvestirse para buscar una bata de baño para cuando el contrario terminara de bañarse.

ㅡoi bastardo, ya puedes entrarㅡle dijo al verlo sentado en el suelo, aseguró la toalla en su cintura viendo pasar por su lado al azabache.

ㅡ shinazugawa-san, la casera dice que no intentemos cocinarㅡle notifico antes de entrar al baño.

Entro tranquilamente sintiendo el agua recorrer su cuerpo aliviando de alguna forma su dolor muscular, estaba seguro que Sabito también estaría entrenando mucho más que el mismo conociéndolo, cuando ambos eran jóvenes recordaba como el de ojos lavanda no dudaba en entrenar hasta que sus manos sangrara, como consecuencia el tenía que ir a curar sus heridas pero no le molestaba realmente a excepción de cuando tenía que enfrentarse a el, normalmente no se contenía en sus ataques así que se veía en problemas, suspiro para luego apresurarse a terminar de bañarse e ir al encuentro con el de ojos púrpura.

Mientras tanto el mencionado se encontraba en cama totalmente relajado, por mucho que la situación había sido algo bizarra ni quitaba el hecho que le había traído tantos buenos recuerdos, el nunca había sido de los que eran buenos en la cocina por lo que el no cocinaba a sus hermanos menores, el que se encargaba de ello era Genya, era el quien cocinaba para sus demás hermanos así que aquel hecho le traía tan buenos recuerdos de cuando toda su familia estaba viva pero actualmente solo le quedaba Genya, cuando volvieran a verse estaba seguro que lo primero que iban a hacer juntos sería el preparar ohagi juntos.

Ambos estaban ansiosos con volver, las personas que tanto atesoraban estaban a unos cuantos kilómetros de dónde ellos estaban pero era tan dolorosa la espera por verlos.

Menos palabras pero como es un maratón es normal kskskkd
Siguiente capítulo¿?
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