EXTRAÑO ★KookMin★

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—Solo me protege a mí.

Sus brazos  delgados   reposan sobre el contorno frío de la tina, mientras que sus oídos se deleitan con la pegadiza y relajante melodía “A palé”  dentro del cálido y vaho ambiente del baño.

—TODO LO QUE INVENTO ME LO TRILLAN...— un desnudo pelirubio le bailaba seductoramente a su mejor amigo ya sumergido en la bañera— CHANDAL... ORO... SELLO y MANTILLA.

—RESTO DE CAVIAR EN LA VAJILLA— prosigue ahora con la nota el tercer miembro, ubicado frente al espejo quién insiste en retirarse los resto de maquillaje.—MI KAWASAKI VA POR SEGUIDILLAS.

Tres.

Adolescentes

Sonriendo.

Tres mejores amigos con la edad de diecisiete año.

Un trío  encerrado en un mediano y antiguo baño con el propósito de ir por su deliciosa y relajante ducha después de una tarde noche agotadora.

Minnie.

Yuyin.

Seok Jin.

El orden en el que se sumergen los amigos desnudos en la tina algo angosta, pero preparada para soportar tres cuerpos a la vez.

Abdomen y miembros fueron recargados por el peso de la espalda del contrario, de quién se ubicaba por delante y buscaba acurrucarse aliviado.

Sí.

A veces, cuando sus horarios de regreso y cansancio coinciden con la de algún otro, ellos finalizan  así. Uno por delante del otro o de frente, hundidos en el agua caliente con esponja, jabón y shampoo en mano.

Para varios...

Eran jóvenes en plena adolescencia, considerados como descarados, niños malos y muchas veces maleducados.

Vestían distinto y ganaban dinero por su propia cuenta. La educación reglamentaria para estos tres no existía.

Ellos….Ellos eran especiales.

Porque lograban despertar en los adultos los deseos más obscenos. Recargados del placer enfermizo y lujuria que se ocultan por detrás de las típicas caretas de padre ejemplar o de dinero capaz de suministrar todo lo necesario.

Diferentes.

Demasiados virginales como niño de trece años que recién conoce y experimenta la masturbación.  Pero que si lo dicen, nadie los entendería, jamás les creerían.

Porque eran etiquetados como los chicos de esquinas.

Que a media noche esperan de pie a la orilla de la calle observando a cada auto pasar, esperando por algún nuevo cliente poder sobrellevar.

Convirtiendose en víctimas.

Conociendo el labor de esas personas.

"El olor a sexo perdura en ellas. Al igual que las posibles enfermedades en su aparato reproductor e interior"

Es como suelen decir aquellos juzgadores pedantes que tienen una buena familia o siguen alguna religión.  Si supieran de necesidad quizás ente...

NO.

Ellos no entenderían una mierda. Porque son capaces de buscar cada puta alternativa para culparlos de que si se prostituyen la mayoría es por qué realmente lo quieren.

Pero estos tres.

Definitivamente eran distintos. "Es justicia" es como suelen decir después de...