CAPÍTULO I: LÁGRIMA ATEMPORAL

9 1 0
                                    

Me prometí a mí misma no volver a llorar, que de mis ojos no saldría ni una pequeña molécula de agua, y más cuando no éramos nada, pero volvió con más fuerza. Me gusta verle reír y mirarle mientras muestra cada una de sus piezas dentales desatando en mí felicidad casi plena, incomparable a la realidad, pero me aborrezco a mí misma sabiendo de quien estoy hablando y pensarle de esa manera. Creía que ello sería así por mucho tiempo, mas, sin por qué ni razón, mi querida torpeza en fusión con mi desastre e indecisión quisieron poner punto al relato. Sin embargo, yo nunca creí en un para siempre, en un punto y final, lo vi más bien como un punto y coma. Jamás pensé que todo esto ocurriría de esta forma, jamás pensé que se desataría tal tristeza interna como la demolición intensa de cada uno de los pedazos de mi corazón. Gran parte de mi inmenso corazón ocupaba, y él lo machacó una y otra vez, y justo cuando parecía dispuesto a arreglarlo desaparece. Pero, en parte, fui yo quien se dejó llevar por la inseguridad y mis incertidumbres, cuyas consecuencias desencadenaron sucesivas catástrofes en mi ser. Me sentí hundida e impotente más que con ganas de llorar, arrepentida.  Mi alma permanecía callada, ¿Halley? Ojalá siguieras aquí, es como un vacío interior casi lleno de la nada, pero "nos vemos en mis sueños".  Recuerdo esa frase perfectamente, quedó grabada a fuego y tatuada en mi mente, supongo que para siempre, porque estos sucesos surrealistas serían increíblemente imposibles de olvidar para cualquier persona sobre la faz de la tierra.

No hablo de Logan, ese falso, educado y carismático guaperas, sino que gracias a él y al hecho de ignorarme completamente trajo consigo un nuevo sentimiento, pero dedicado a otra persona, irónico ¿verdad? Quién sabe, todo pasa por alguna razón, incluso el hecho de que me encuentre ahora mismo contando esto, pensando en cómo volver a entrar ahí para buscarle y sacarle casi tantas horas como hay en el día, buscando continua solución al complejo problema. Sé que estás ahí Halley, y he de decirte que serías de lo más oportuno en estos momentos, pero, como no, solo atraigo mala suerte.

Antes de que todo esto pasara, me dijo algo que quedó guardado en mi corazón para siempre, "si el tiempo corre, páralo" no puedo dejar de pensar en cómo habría sido todo si hubiera sido sincera tanto conmigo misma como con él, si  tan solo se lo hubiera dicho. Y así todo se fastidió. Pero es ahora cuando me encuentro entre la espada y la pared, entre dos sentimientos dudosos que tengo que resolver y que solo yo tengo la posibilidad de manipular a mi favor o en mi contra.

Volviendo a pensar en ello vuelvo a arrepentirme, sobre todo pensando en la frase, la maldita frase en mi mente que se repite en bucle como esa canción que tanto te gusta pero que a la vez sabes que no deberías escuchar tanto por miedo a que se queme y te deje de gustar, pero aun así lo sigues haciendo, porque te gusta tanto que no puedes dejar de pensar en esa única canción diferente a las otras, él era mi canción, pero ¿y mi otra canción? No iba a ignorar que también estaba ahí. "Si el tiempo corre, páralo". Yo no puedo parar el tiempo, pero  voy a aprovecharlo para volver a encontrarle lo antes posible, porque darse cuenta así de que amas a alguien no es precisamente la manera perfecta de enamorarse.

Pero, ¿Quién es Jace? Sinceramente no sé qué decir, ahora mismo él no existe, bueno en verdad si existe solo que no en el mundo real, es difícil de explicar. El destino nos hizo creer que aquello fue un final, pero yo no estoy dispuesta a que me manipulen así. Es evidente que recuerdo cada uno de sus momentos más fríos y de más felicidad, esos que compartió conmigo en los instantes en los que nos íbamos conociendo a medida que avanzábamos en nuestra historia, una historia tan peculiar que pocos se creerían, una felicidad de la que nunca jamás formé parte, ¿o sí?

Estoy más que preocupada en este momento, no sé lo que tengo que hacer ni donde tengo que ir, y tengo la conciencia más sucia que mis Converse blancas. "Pero Harper no te preocupes, todo pasa por una razón", me repito a mí misma cada vez que quiero pegarme con lo que sea que se me ponga delante por lo estúpida que resulta esta mierda. Le echo de menos, algo que nadie jamás en su sano juicio diría, echar de menos a la persona que más odias del planeta es digno de loco, pero en cierto modo los dos lo estamos.

Pues bien, tras todo esto vamos a volver hacia atrás para saber cómo diablos se desató tal locura. Érase una vez una carta de amor...

MITADES: UN AMOR HECHO DE ODIOحيث تعيش القصص. اكتشف الآن