El arte de vivir

Capítulo 7

El viernes pasa volando y por suerte Maia todavía no está en la escuela. Es un agradable respiro. Me tomo mi tiempo en la clase de arte, porque necesito hacer un buen trabajo en este proyecto y por supuesto, no quiero que el retrato de Austin se vea ridículo. Me pregunto si él incluso lo vería.

Esa tarde, camino a casa con una sonrisa en mi rostro. Cuando llevo unas tres cuadras desde la escuela, oigo el claxon de un auto. Me doy la vuelta y veo a Elliot. Él baja su ventana.

—¿Quieres que te lleve?

—Umm, claro —respondo, vacilante.

—Entra —replica.

Me dirijo al lado del pasajero y abro la puerta. Cuando entro, veo a un tipo en la parte trasera.

—Oh, hola —tartamudeo.

—Allyson, este es Jack. Jack, esta es Allyson.

Jack asiente.

—He tenido algunas clases con ella. No me di cuenta que ustedes dos eran amigos.

—Bueno. —Elliot se ríe incómodo—. Hemos estado hablando recientemente. Ella no vive tan lejos de mí, así que voy a darle un aventón.

—Como sea —dice Jack, encogiéndose de hombros—. Déjame en casa de Joanne.

Elliot rueda sus ojos, pero Jack no lo ve.

—Así que, ¿dónde está Austin hoy?

—Trabajando —respondo—. Es mecánico y trabaja en motos.

—¿Quién trabaja en motos? —pregunta Jack.

Dándome la vuelta, digo:

—Mi amigo Austin. ¿Es, cómo lo llaman, una de esas personas que están muy interesadas en la mecánica de los vehículos, especialmente motocicletas y mejoran la aceleración?

Con una sonrisa, Jack dice:

—Sí. Eso es genial, si tu auto alguna vez tiene problemas.

—No tengo auto —murmuro—. Ni siquiera tengo mi licencia.

—¿Cuántos años tienes? —pregunta Jack, con una mirada de sorpresa en su rostro.

Cruzo los brazos.

—Dieciocho, pero mi mamá nunca me llevó a conseguirla. Austin me está enseñando, y escucha esto, quiere que consiga mi licencia de motociclista.

Hay una fracción de segundo de silencio, antes de que Elliot grite.

—¡¿Qué?!

—Sí —digo—. Esa fue mi reacción, también.

—Una chica con licencia de motociclista, eso es TAN caliente. —Se ríe Jack—. Pero en serio... ¿una chica en una moto? ¡Eso es malditamente impresionante!

Algo frustrada, suspiro y golpeo mi frente.

—Probablemente no se rendirá hasta que lo haga, también. Apenas he aprendido a conducir un auto con cambios.

—¿Te enseñó a conducir un auto con cambios? —pregunta Elliot.

—¡Sí, en un verdadero auto de poder! Soy tan afortunada de que no termináramos alrededor de un poste de luz. ¿Tienes alguna idea de cuánto poder tienen esas cosas? —exclamo con frustración.

Eso pareció captar la atención de Jack.

—¿En serio? ¿Qué tipo de auto?

—Uno anaranjado —respondo—. No recuerdo de qué tipo es. Lo que sí recuerdo es que es un 1967 algo u otro.