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Pasaron varios días desde la maravillosa cita entre Manuel y Mateo, este último no recordaba cuándo fue la última vez que se había divertido tanto. Casi olvidaba como se sentía aquella sensación de viveza, que recorría cada parte de su cuerpo, dejando atrás momentáneamente todo lo malo que está viviendo.

Pero... bien se sabe que no todas las sensaciones serán para siempre y que llegará el momento donde todo tenga que terminar.

🥀🥀🥀

El tiempo que Manuel pasaba con Mateo se fue reduciendo cada vez más, y no era porque Vainstein no quisiera estar junto al menor, al contrario, si por Manuel fuera no se separaría de Mateo. Pero el colegio era el causante de su distanciamiento, ya que se estaba volviendo bastante pesado, haciendo que su tiempo libre se fuera acortando.

El morocho en un principio lo entendió, después de todo él ya no iba al colegio, debido a su enfermedad, y sabía que Manuel era alguien aplicable y ejemplar en los estudios y lo menos que deseaba, era que este fallara por su culpa.

Aunque por instantes le fuera complicado no tener la compañía del castaño, Palacios trataba de ser fuerte y seguir luchando, pero hasta el más fuerte algún día pierde toda su fortaleza.

🥀🥀🥀

En estos instantes el morocho estaba en su casa, específicamente en la sala, esperando a que Manuel viniera por él. Luego de varios días, el mayor tenía tiempo libre y para recompensar esos días sin verse, había citado al morocho a las 14:00 para tener una cita.

La emoción que el menor sentía podía reflejarse en su rostro, el simple hecho de volver a ver a su novio lo ponía de esa manera. El reloj marcaba las 13:45, aún faltaba mucho para que Manuel llegará, pero Mateo dominado por esa emoción de volver a ver a Vainstein, terminó por alistarse mucho antes de la hora acordaba.

Corrazina no despegaba su vista de aquel reloj, contando los segundos para que las agujas marcaran las 14:00. Y cuando esto sucedió, no tardó en dirigir su vista a la puerta, en espera de que fuera tocada, pero esto no sucedió...

Los minutos comenzaron a pasar y Manuel no aparecía, las manecillas marcaban las 14:10 y el mayor no daba ninguna señal de vida. Mateo intentó no preocuparse, solo eran 10 minutos tarde, quizás se atrasó un poco y ya vendría en camino, así que decidió seguir esperando.

14:20

14:30

14:40

14:50

Las 15:00 y Biquard no llegó.

Palacios sintió como algo dentro de él se rompió, al verse plantado y tuvo que pestañear varias veces para no llorar.

-¿Cómo era posible que Manuel le hubiera hecho esto? - se preguntaba a sí mismo.

Y a los pocos segundos de hacerse esa pregunta, su teléfono sonó y no perdió el tiempo en tomarlo para ver si era un mensaje de Vainstein, lo cual fue así, pero lastimosamente no era lo que se esperaba.

....

Manu 🥀🥰💞:

-Matu, lo siento... Pero la cita se cancela.

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