Kiss of the Rabbit God

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" Cuénteme hijo mío  ¿como fue que llegó a este punto? " Taehyung estaba con la mirada gacha frente encerrado en aquel cubículo. Al otro lado se encontraba el padre , aquella perdona  la cual le hacía preguntas una y otras vez sin conseguir respuesta.Los nervios atacaron haciendo que el  pelinegro comenzara a hacerlo transpirar, como si una ola de calor azotara su cuerpo, igual que aquella vez cuando vio a aquel chico pelirrojo. Pero el estaba allí por su voluntad , nadie lo obligó a ir a ese confesionario. 

Hace mucho tiempo atrás cuando la dinastía Qing estaba presente. Un joven soldado se enamoró perdidamente de un guapo oficial; cuando expresó su amor por el contrario, el joven soldado fue sentenciado a la muerte. Cuando su espíritu viajó al llamado otro mundo su " crimen fue perdonado como una pasión y finalmente se convirtió en "The rabbit god": el Dios de los amores secretos. Ese dios viaja ahora por la eternidad, respondiendo a plegarias de los amantes prohibidos.

La música estaba tan fuerte que retumbaba en los oídos de todos los presentes.Todo tipo de sustancia inundaban aquel lugar y las luces;aquellas luces neon rojizos que nublaban la cansada vista de aquel pelinegro.

Sin duda para Taehyung había sido un mal día, el ajetreo de aquí para allá de su trabajo lo dejaban sin una gota de ganas de vivir. Un resoplo de cansancio salió de la boca del pelinegro mientras agitaba una y otra vez aquella bebida que había pedido hace varios minutos. Los ya  hielos comenzaban a desaparecer y fusionarse con el liquido.

El espacio personal de cansado joven fue destruido por un alegre muchacho de melena rojiza. El cual llegó gritando a la barra pidiendo una cerveza y sin querer su cuerpo chocó con el de Taehyung. " Perdón " musitó.

" No pasa nada, todo bien " habló Taehyung sin ni siquiera mirar a aquel chico.

" Soy jungkook " añadió el pálido muchacho mientras posaba una de sus manos en la barra para apoyarse a la misma.

Sin decir una palabra Taehyung lo miró, no supo cuándo ni como, pero ese chico era la criatura más bella que sus ojos han visto nunca.

Jungkook lo miraba sonriente desde su lugar. Ambos en un silencio sepulcral que parecía absorberlos mientras los únicos que conversaban eran sus ojos.

Las mejillas del pelirrojo se sonrojaron levemente, y con una risilla temblorosa, se rascó la nuca profiriendo una inquisición:

" ¿Quieres bailar? " rezando por no tartamudear.

Taehyung, con los ojos abiertos asintió leve pero torpemente, golpeando los dedos de su mano derecha en su pantalón.

" Claro ".

Se dirigieron a la pista; ruborizados, nerviosos y atraídos por la presencia del otro.

El de cabellos rojos sin perder un segundo más agarró la cintura del divertido muchacho, acercando su pelvis a la del contrario con cada vaivén de sus seductoras caderas. La sonrisa del pelinegro se esfumó de sus lindos labios al sentir tan cerca al flamante pelirrojo. Inconscientemente mordió sus labios lentamente y sus ojos se dirigieron a la apetecible boca del contrario.

Medida que los segundos pasaban y cada acercamiento era más cercano que el otro, peligrosamente sus labios pedían unirse de una maldita vez. Ninguno podía apartar la vista del otro y para Taehyung, un chico de familia cristiana, esta atracción lo tenía completamente perdido.

Jungkook se acercó lentamente a la oreja del sudado y sexy muchacho que tenía en frente, antes esta acción los nervios de Taehyung comenzaron a atacar al igual que su atracción por el contrario.

" ¿Qué me ves? " susurro el de cabellera rojiza, con tono seductor; dejando derretido al contrario.

" Solo me gustan tus ojos " tartamudeó el azabache, mientras una risita sexy salía de los labios del contrario ante los evidentes nervios de Taehyung.

Era el momento correcto y Jungkook lo sabía, pero no contó con que el pelinegro fuera más rápido y en un momento atrevimiento; mandando a la mierda esa biblia y esos años de cristianismo donde decían que ser homosexual era un pecado, llevó sus manos a la nuca del sexy pelirrojo posando su mirada lujuriosa en el.

Eso terminó completamente con la cordura que le quedaba al pelirrojo y de un ágil movimiento empujó contra si mismo al azabache. Taehyung, el cual ahora lo miraba con confusión preguntándose qué mierda esta pasando, no quería evitar caer en los encantos del contrario.

Sus respiraciones estaban agitadas. Taehyung trataba de controlarla pero el pelirrojo quería dejar salir ese deseo que tenía por el contrario. Ágilmente se acercó a los abultados labios de Taehyung y antes de que el pelinegro se diera cuenta ambos se comenzaron a devorar con voracidad los labios del otro.

Un jadeo tímido pero a la vez sexy llegó a los oídos del pelirrojo y era muy evidente que al pelinegro se le había escapado pícaramente.

Sus labios seguían devorándose sin pudor alguno; sus lenguas batallaban para ver quién llevaba el control de aquel caliente beso. Al final fue el pelirrojo quién lo controlaba y eso hacia a Taehyung estremecerse, le encantaba.

Poco a poco las manos del pelirrojo se colaron debajo de la camisa del contrario, comenzando a acariciar sus pezones de manera suave para no lastimarlo. Una corriente recorrió el cuerpo de Tae con el primer toque, haciéndolo caer en un pozo de perdición completamente. Pero Taehyung ya estaba pecando y no había vuelta atrás.

" Que más da " pensó. Sus manos ilegales comenzaron a recorrer la espalda de aquel candente muchacho, el cual lo hacia estremecer con esos toques perfectos, hasta llegar a su espalda baja acariciando su trasero.

Ambos estaban excitados, era una estupidez contradecirlo. Sus miembros estaban duros y comenzaban a gotear fluido pre seminal, manchando levemente sus ropas interiores.

(...)

" Y hasta allí recuerdo " habló Taehyung con una voz temblorosa " Después de eso no se como llegue a mi casa, tal vez fue un sueño " las gotas de sudor caían por la frente del joven al recordar ese oscuro sueño o realidad que vivió.

Un suspiro salió del contrario y después se dirigió a hablar.

" 20 aves Marías y será perdonado hijo ".

Tae pudo escuchar como la puerta del cubículo del alado de abrió y por fin pudo respirar. Solo tenía que rezar y sería perdonado por todos sus pecados. Podría ser puro nuevamente.

Pero sus planes le fallaron, " Estoy loco " pensaba cuando vio a aquel pelirrojo con una sonrisa coqueta en su cara y aquel traje de cura puesto.

" Hola hijo ".

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