30.- Abismo

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La manada de Alex decidió regresar para apoyar a su pueblo en la reciente crisis, con la alfa sana ahora solo restaba luchar contra los soldados que lideraba Iscán, ya habían perdido a varios en esa batalla y el pueblo ahora se encontraba en llamas, Iscán se adueñó de una de las tiendas, se sentó a afilar una daga mientras esperaba a su mano derecha quien entró después de unos minutos.

—Señor, ya hemos acabado con casi todo el pueblo, varios huyeron hacia el norte, los demás fueron sometidos —él volteó y detuvo sus acciones para reacomodarse.

—Bien, el plan está yendo perfecto, solo nos falta algo... alguien —mientras ellos hablaban de la siguiente fase del plan que constaba en atacar a los Skitnú, dos chicas que iban pasando mientras huían alcanzaron a escuchar.

—A medio día atacaremos su campamento, preparen todo —ambas chicas se vieron mutuamente y planearon avisar a los Skitnú, pero sin querer una de ellas hizo un ruido que provocó que las descubrieran, Iscán se levantó y lanzó su daga hacia la sombra que se podía observar a través de la tela, esta logró atravesar para clavarse en el brazo de Valentina, ella chilló del dolor, el otro salió y las observó con desprecio.

—Iscán, no puedes hacernos esto, crecimos juntos, ¿recuerdas? —a través del dialogo Valeria intentó calmarlo y razonar con él, pero no era suficiente, Iscán estaba más que decidido, tomó su espada y atacó directamente a Valentina, la chica cayó al suelo, estaba completamente asustada, Iscán se colocó encima de ella, su mirada lo reflejaba todo, él le sonrió con cinismo y tomó su daga, Valeria gritó pero era demasiado tarde, el filo ya había atravesado la garganta de su hermana, ella logró alertar al resto con sus gritos, no podía creer lo que estaba pasando ante sus ojos, su hermana yacía muerta en el suelo y su asesino era el chico que creció con ellas. Valeria corrió y se transformó en el aire para obtener velocidad, Iscán le indicó a dos de sus hombres que la siguieran. El agitado lobo corría sin descanso por el bosque intentando no ser atrapado.

—Valeria —volteó a su izquierda, Alex iba corriendo a su par, ella bajó la mirada un momento antes de seguir corriendo.

—Avisa a Zerkanya y su tropa, necesitan prepararse ya, yo me encargo de esto —la albina se detuvo abruptamente y con ayuda de un hechizo materializó su arma, una guadaña mágica con la que interceptó a los dos soldados, peleó con ambos dándole tiempo a su amiga para que huyera y advirtiera a los Skitnú de la amenaza.

Minutos después al llegar al río ella no tuvo otro remedio más que cruzar saltando e irrumpir en el territorio, aulló para alertar su llegada, fue recibida por Anuk y Zathiel, se transformó nuevamente en humana y jadeó de cansancio unos segundos mientras Anuk le preguntaba lo que ocurría.

—Es Iscán, va a atacarlos, tienen que salir de aquí o preparar sus tropas.

—¿Iscán?, pero él no puede hacer eso, no nos traicionaría así —Valeria se enfadó al recordar lo sucedido.

—¡Valentina está muerta! —gruñó entre lágrimas.— Ese desgraciado la mató frente a mis ojos, a mi propia hermana, estoy segura de que no dudará en asesinar a cada uno de ustedes así que peleen o huyan —ambos asintieron y Anuk inició un aullido de amenaza para que todos tomaran posición defensiva, justo a tiempo pues el ejército de Iscán estaba cerca del campamento. Anuk y Zathiel se quedaron al frente, Zerkanya y los demás se unieron al poco tiempo.

—Ya vienen —alertó Trevian desde los árboles, cientos de hombres caminaban amenazantes, Iscán estaba al frente de ellos sobre un dragón tormenta pequeño. Cuando los ejércitos de ambos lados estuvieron frente a frente, Iscán bajó de su dragón.

—¿Por qué estás haciendo esto? —preguntó Anuk, el otro sonrió maliciosamente.

—Se podría decir que es un propósito sin fundamentos, pero me ordenaron destruir todo lo que ella amara, lamentablemente parece amar mucho este lugar, así que lo destruiré, sin importar si ustedes están involucrados en él —luego de terminar sus palabras y antes de que ellos preguntaran a quien se refería, ordenó que atacaran, los otros se vieron obligados a defender su tierra.

La pelea inició bien, los lobos parecían tener algo de ventaja contra sus oponentes, Zerkanya y sus amigos tenían una coordinación increíble para atacar, mientras uno atacaba con un arma, solo hacía falta una señal para que su siguiente arma fuera lanzada para que ellos la sujetaran, algunos luchaban cuerpo a cuerpo pero otros utilizaban arcos y les disparaban desde los arboles, Dratør luchaba con una lanza, Zerkanya con una espada, Anuk, Trevian y Travien peleaban en su forma animal y Dominique y sus hermanos utilizaban la magia de hielo para defenderse.

—Dom, a tu derecha —la muchacha volteó topándose con tres hombres que planeaban atacarla, ella los atacó con su magia, pero al ser ellos del elemento fuego lograron derretir sus barreras hasta casi llegar a ella, afortunadamente una lanza llegó de entre los árboles y acabó con uno de ellos, ella peleó con los otros dos con ayuda de una daga. La figura entre los arboles resultó ser Ascavan, quien se unió a la batalla.

Jeremiah y sus otros dos hermanos se vieron en apuros cuando el dragón tormenta los comenzó a atacar, los chicos intentaron defenderse pero la bestia era más poderosa que ellos y logró atravesar sus defensas heladas para directamente matarlos uno a uno, Dominique al darse cuenta de que sus hermanos habían caído pensó en detenerse pero algo se lo impidió, no podía detenerse a llorar, ya no era aquella muchacha llorona, así que tomó aire, guardó sus lágrimas y siguió luchando.

Del otro lado del campo de batalla dos mellizos se encontraban en el centro de la lucha, Trevian se transformó en humano para acercarse a su hermana.

—Iré a por Iscán —le avisó, ella negó pero era demasiado tarde, el joven ya se encontraba en su camino, utilizando sus poderes de cambia formas logró atravesar todo el campo de batalla siendo sigiloso, solo veía la espalda de Iscán y esperaba tomarlo desprevenido así que usando su forma de zorro sujetó con el hocico una daga y se acercó a él para saltar, nuevamente transformarse y atacar por la espalda, lamentablemente Iscán sintió su presencia y antes de que lograra tocarlo se giró y colocó la espada frente a él apuntando hacia arriba, Trevian no vio venir su movimiento y su cuerpo cayó encajándose directamente en el filo de la espada.

—Tengo ojos en todas partes, Trevian —bajó y pateó el cuerpo de Trevian para retirarlo de su espada, Travien se abrió paso entre todos y divisó en el suelo el cuerpo de su hermano, gritó su nombre y se acercó pero era demasiado tarde, el joven castaño había muerto. Iscán aprovechó la oportunidad para sujetarla del cabello y hacer un corte profundo en su cuello, la joven lloraba a mares y se ahogaba con su propia sangre hasta que su cuerpo no pudo sostenerse más y su cuerpo cayó junto al de su mellizo.

El bosque en ese día se había pintado de rojo sangre, muerte y desacuerdos, Iscán mientras luchaba estaba siempre pendiente de su verdadero objetivo; logró verla un poco lejos, luchando espalda con espalda con Dratør, los observó siendo tan coordinados y eficaces peleando juntos que por dentro comenzó a arder de rabia, pero sabía que eso no duraría mucho tiempo pues había una última parada antes de llegar al final.

Muchos habían muerto, desde los príncipes de Naûvr, hasta Grüthier y Racirya, ninguno de ellos sabía que ese sería su último día de vida, pero al menos estaban orgullosos de haber luchado hasta el final.    






Zerkanya y la rebelión de Varthrân【En edición】Where stories live. Discover now