Eunucos y sirvientas.

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Cuando Yusaku despertó, Roboppy iba ingresando a su habitación. La "doncella" traía consigo una pequeña bandeja con pequeños platos con diversas porciones de pan, carnes y fruta fresca así como los jugos que el físico le había recomendado dar al chico. 

—Buenos días Yusaku, hora de levantarse y desayunar, tienes que comer todo lo que el doctor ordeno.

Nunca en su vida había comido más que un trozo de pan mohoso y agua,el poder difrutar de algunas frutas y carnes era más de lo que hubiera imaginado. Yusaku comió un poco de todo, Sin percatarse el que hambre y el deseo de poder probar nuevos sabores lo hacían comer un poco desesperado. 

Al sentir la mirada de Roboppy sobre él, bajo la cabeza y murmura una disculpa. 

—No te sientas avergonzado Yusaku, es normal por tu antigua situación, sin embargo te recomiendo que comas un poco más despacio y tranquilo. Aquí no tienes que sufrir de los tratantes. Además de que si necesitas ayuda, yo estaré dispuesta a cuidarte.

Yusaku escucho las palabras de la "doncella" se tranquilizó en comer, y aunque no logró acabar toda la comida que le trajo Roboppy, él no se molestó. Lo llevó a los baños donde le ayudo a asearse y cambiarse. 

Vistiendo ahora un conjunto de dos piezas sencillas y unas zapatillas bajas y un pequeño tocado que dejaba al descubierto parte del cuello y un velo semitransparente que cubre la mitad del rostro. Sale de los cuartos de las doncellas y van caminando por toda el lugar.

—¿Ire a la escuela?—dice Yusaku sorprendido por lo que estaban hablando. 

Momentos antes Roboppy le entregó un pequeño cuaderno con algunas plumas de ganso afiladas y pequeños frasco con una sistnacia negra. El hombre le hablaba sobre la importancia de una educación al interior del palacio y era importante que fuera a la escuela.   

Nunca antes se hubiera imaginado que alguien se preocupara por su educación. Recuerda momentáneamente cuando era muy joven y se habían detenido en uno de los mercados de esclavos, como alguien en la caravana menciono que el estaba ahí porque buscaba mejores condiciones de vida para su familia y que si algunos uno de sus hijos llegaba a estudiar en una escuela no le importaría su destino.

Cuando alguien le pregunto que era. El señor explicó que la escuela era un sitio donde le enseñaban cosas y que esas cosas podían servir para poder ser alguien en la vida. Claro que eso era solo una fantasía, cualquier niño se entusiasmaría en asistir a la escuela.* 

—claro que si Yusaku, es muy importante que vayas a la escuela. Cuando termines de comer y asearte, tendrás que ir a la escuela. Ahí te instruirán en escritura, tu habla, en ciencias y matemáticas. Ya va dependiendo de tus propios méritos que los profesores te asisten a otras materias, como artes, música, danza. Lamentablemente las cuestiones políticas  y leyes solo corresponden a los hijos de altos funcionarios, y muy raros son las ocasiones que una "doncella" pueda ingresar. Las únicas "doncella" que tienen ese privilegio es la casa real o la futura consorte.

 —¿Porque? 

—a diferencia de otras casas reales, la casa real no se rige por la primogenitura sino es aquel hijo que demuestre ser digno del trono. Cuando eso pase el príncipe escoge consorte entre las personas del haren ya sea una mujer o una doncella. Ambos reyes tienen que estar a la altura del cargo pues si uno falta, ya sea por una campaña o haya fallecido, el otro tiene que hacerse cargo del reino hasta que el hijo que fue escogido llegue al poder.

Robboppy le fue explicando sus nuevos horarios. Como era recién llegado pasaría gran parte del día en la escuela, a excepción de la hora de la comida y cena para lograr el mismo nivel de educación del resto del harén y mientras iban hablando, un chico casi de su misma edad cruza adelante de ellos hacia el siguiente pasillo, solo para que momentos después se escuche un quejido como algo cayendo al suelo.  

Cuentos de VrainsWhere stories live. Discover now