❀ My Destiny ❀

La llegada

Lo prometido es deuda, por lo que aquí tenéis la continuación.
De nuevo lamento tanta espera, soy una persona horrible.
Prometo proseguir esta historia sin dejarla en pausa de nuevo.
Para aclarar, el narrador cambiará, al principio empezará el como si gouenji hablara desde el futuro, mientras el siguiente hablara en el presente de la trama.
Seguramente en el siguiente capítulo cambie la forma de escribir la historia.
Sin más disfruten.
Os adoro, muchas gracias por vuestros comentarios, por leer y apoyar esta historia ♥.

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Algunas veces la vida cambia y puede cambiar poco a poco o drásticamente.
Si cambia de golpe no es sencillo adaptarse, estamos acostumbrados a negar cualquier cambio en nuestras vidas, mucho más si son tan severos.
A veces somos demasiado negativos, negar algo que no sabemos como podrá avanzar.
Como dije yo antes era así, pero a veces los cambios son buenos, son un regalo de la vida para llegar a un punto aún mejor de lo que jamás imaginaste.
Mis pensamientos fueron cambiando, no me juzguéis pues yo, como ya dije, era incapaz de ver las cosas buenas que la vida me ofrecía.
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Tras el accidente mi brazo había perdido su movilidad por completo, mis días fueron negros, ni una pizca de felicidad desprendía de mí.
Necesitaba un tratamiento, por lo que mis padres decidieron cambiarme de escuela.
La escuela Nakie, una escuela especializada para personas que necesitan tratamientos médicos.
Una buena forma de seguir estudiando, vivir tu vida de adolescente con la facilidad y ayuda por parte del centro para ayudarte con cualquier discapacidad que sufra el paciente.
Ahí estaba yo, frente a aquella gran escuela, detrás de mí se encontraban mis padres ayudándome con las maletas, pues en este lugar había que quedarse internado.

¿Te gusta? Es un sitio precioso — mi madre intentaba animarme, aunque eso a mí poco me importaba, podría ser el mejor sitio del mundo, yo no quería estar ahí.

Entremos, tendremos que preguntar por tu nueva habitación — mi padre al contrario prefería acabar con todo esto de una vez, sabía que no quería hacerlo, cuanto antes acabáramos mejor.

Entramos llegando a una gran recepción, donde había una agradable mujer dispuesta a atendernos, tras verme con las maletas nos prestó plena atención.

Buenos días, Bienvenidos a la escuela Nakie, el mejor lugar para rehabilitarse, sanarse y disfrutar — menudo eslogan publicitario, ni que fuera un parque recreativo, al fin y al cabo era una escuela, con personas inservibles, como yo.

Él es Gouenji Shuuya, acaba de ingresar a la escuela, queríamos saber cuál es su nueva habitación — respondió mi madre con una sonrisa en el rostro.

Así que Gouenji, te estábamos esperando — la mujer abrió un pequeño armario colgado de la pared lleno de llaves, buscó en una lista que agarraba con su mano para después escoger una de las llaves, la numero 110 — por favor, seguirme.

La mujer nos indicó por donde se iba a cada lugar, mientras íbamos hacia la zona de habitaciones, al llegar al número elegido, la chica nos abrió la puerta y me entregó las llaves.

Bienvenido a tu nueva habitación, cualquier duda ve a buscarme.
Espero que disfrutes de tu estancia en Nakie, es un lugar maravilloso. — ya empezaba a cansarme tanta positividad, estaba claro que quien asistiera a ese lugar no iría por un paseo de rosas, aunque les gustara pintarlo como si nos hubiera tocado la lotería, ridículo.
Sin más la mujer salió dejándonos solos a mis padres y a mi.

Me gustaría organizar todo yo — respondí, realmente me apetecía estar solo.

Cariño, nosotros queremos ayudarte ... — mi madre me observaba con preocupación, más mi padre colocó una mano en su hombro, dando a entender que era mejor dejarme solo, ella lo entendió con rapidez. — está bien, cualquier cosa llámanos y estaremos aquí en menos de cinco minutos. — ella me dio un fuerte abrazo y un delicado beso en la mejilla, yo sin más asentí correspondiendo a sus muestras de cariño, mi padre me otorgó otro abrazo.

— llámanos si necesitas lo que sea. — después de que mi padre me dijera aquello ambos salieron, dejándome solo en la habitación, les agradecía su apoyo, pero ahora mismo lo que más deseaba era permanecer solo, me tumbé en la cama mirando al techo, cubrí mis ojos con mi único brazo movible sin intención de levantarme.

Aquel fue mi primer día en mi nueva escuela, para mí era un castigo, aún no sabía lo que me depararía el futuro.

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Bueno sé que es cortito, pero los siguientes serán más largos, prometido.
Seguramente la siguiente semana tenga la próxima parte, espero que os guste 💕.
Hasta la próxima 💙❄️.
Shiro.