VI

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El silencio era algo que él siempre había apreciado, ya que los ruidos fuertes no eran de su total agrado

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El silencio era algo que él siempre había apreciado, ya que los ruidos fuertes no eran de su total agrado. Él odiaba tanto los gritos de su padre, que, eventualmente, cada grito o sonido estruendoso le causaba incomodidad, desagrado o hasta miedo. De hecho, Yoongi jamás tuvo permitido hablar en voz alta, reír a carcajadas o gritar en su casa, en su infierno, y el silencio solo era una comodidad impuesta.

Su relación con su padre jamás fue buena, Yoongi no tenía ningún recuerdo bueno con él. Su padre siempre fue distante hacia él, jamás le dio un abrazo o una sonrisa, Min Cheongsan era tan frío con él como un témpano de hielo.

Cuando era un pequeño de diez años se preguntó si hacía algo mal, porque su padre jamás hizo algo de lo que sus compañeros de clase hablaban. Cheongsan no lo llevó al parque, tampoco lo llevó a la playa, nunca le cantó feliz cumpleaños o le dio palabras de ánimo; pero Cheongsan sí lo golpeó con su cinturón porque lloró demasiado fuerte, también le dio una bofetada porque quedó en segundo lugar en su recital de piano, siempre le decía lo feo que era y que por su culpa su asquerosa madre había muerto.

Yoongi no conocía qué era un padre, pero sí conocía lo que era tener un maltratador que lo mantuviera.

Decir que era un inadaptado social no estaba alejado de la realidad, porque no tenía amigos... él no sabía hacer amigos.

Cuando se acercaba a un grupo de chicos que jugaban a algo, ellos se le quedaban mirando esperando a que hablara y, cuando Yoongi lo hacía, ellos se burlaban de su tartamudeo y nerviosismo.

Tantas burlas lo hicieron desistir de buscar una amistad, él prefería estar solo, su forma de pensar era : "sí estoy solo, nadie será capaz de poder dañarme" . La cual mantuvo hasta los once años, cuando su mundo colapsó por nuevas personas que entraron en él.

En su cumpleaños número once llegaron dos personas nuevas a su casa y su padre dijo que, la señora de sonrisa bonita, sería su nueva mamá y que, la chica adolescente de al lado, sería su hermana.

En un principio no fue difícil, la señorita Yeeun sonreía bien bonito y olía a flores con canela, le dio su primer álbum de pegatinas y le dijo que era un niño muy bien portado; le agradaba. Por otro lado, su Noona Haesoo, le contaba sobre los dramas que veía, sobre idols famosos y de sus sueños de ser modelo; él la escuchaba con suma atención, le encantaba escucharla hablar.

Era bonito... Hasta que su padre comenzó a alejarlas de él.

De a poco, Cheongsan trazó una línea divisoria en base de mentiras para poder dividir lo que recientemente se había unido. Primero fue con un jarrón chino que la señorita Yeeun tenía como reliquia familiar, el cual apareció roto una tarde, y su padre dijo que él había confesado... Yoongi ni siquiera conocía el jarrón. La segunda vez fue con el maquillaje nuevo de su Noona, el cual apareció hecho trizas y desparramado por toda la habitación de ella, Cheongsan dijo que lo vio entrar al cuarto de la fémina... Yoongi no entraba jamás a algún lugar sin que le dieran permiso.

Poemas de Hyung ©TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora