It: Chapter Two

2. Llamadas Telefónicas. (E)

California, 2016:

Bill Denbrough se encontraba escribiendo un final para su novela, pero no se le ocurría nada. Bill se había convertido en un escritor muy famoso, pero era muy criticado por sus finales ya que estos no eran tan... excelentes.

El hombre miraba fijamente la pantalla de su computadora, donde estaba escribiendo. Fue en ese momento cuando la puerta de la caravana se abrió y levantó la mirada.

— Sr. Denbrough, lo necesitan en el set — le dijo una trabajadora del equipo de producción.

Al decir esto se levantó y se dirigió al set de grabación. Las novelas de Bill se habían hecho tan famosas. Tanto fue así que un director de cine había decidido llevarlas a los cines. Su esposa, Audra Philips, quien era actriz, era la protagonista de la película.

Denbrough entró al set de grabación antes que se cerrará la puerta del mismo. Se agachó y pasó por debajo de esta.

— Oye, despeja la puerta.

— ¿Nunca viste Indiana Jones? — preguntó Bill incrédulo.

— Oye, oye. ¿Eres del equipo? — preguntó uno de los productores.

— Soy... el escritor — respondió.

El hombre siguió caminando y se encontró a su esposa, quien se estaba preparando para la escena. Uno de los maquillistas le dijo que Bill estaba ahí y ella volteó.

— Hola. ¿Tienes las páginas? — preguntó Audra acercándose a él.

Antes de que el hombre contestara, el director apareció y lo miró un poco serio. No le hacía falta saber porque tenía esa expresión.

— Amigo mío, la película requiere un final. Lo sabes, ¿no? — preguntó el director.

— Oh, sí — contestó el ojiverde sin darle mucha importancia.

— Dijiste... que necesitabas otro día para terminar el final y... filmaremos esta noche, Bill.

— Por favor. Conserven la calma, ¿sí?

— Yo estoy bien — aclaró Bill tranquilamente.

— Quiero que estés feliz con la película. ¿Entiendes? Estoy de tu lado.

— Excelente. Y en mi libro, el final...

— ... es terrible — interrumpió el director — . Con todo respeto, los lectores amaron tu libro y odiaron el final.

— Tú dijiste que te gustó.

— No era cierto, hay que mejorarlo. ¿Sí?

— Sí — respondió Denbrough de mala gana.

— Audra, ya tienes mis notas. ¿Quieres...? — pidió el director y la mujer asintió con la cabeza — Muchas gracias, A1 por favor.

Dicho esto, el director se fue del lugar, dejando a Bill y a Audra solos. Como se mencionó anteriormente, el hombre era muy criticado por sus finales, tanto que tuvo que pedir días para presentar un buen final para la película.

— Adiós — se despidió Bill del director — . ¿Tienes sus notas? — le preguntó a Audra.

— Tiene razón.

— ¿Odias mis finales? — le preguntó el hombre.

— No... todos, pero este... — balbuceó la mujer.

— Entiendo...

Bill, decepcionado, se fue del lugar mientras que Audra lo seguía para tratar de arreglar las cosas y explicarle la opinión que tenía sobre sus finales.