《Karmaland》

4: Feliz día de elecciones

Todo el pueblo se encontraba nervioso, el gran día había llegado, el día en que conocerían a su nuevo alcalde, Mack se despertó un poco tarde, pues, entre sueños, escuchó cuando Vegetta se levantó. Se dió una ducha y se vistió elegante con un traje que le habían regalado los Dioses, le quedaba bien y era de su gusto, bajó, desayunó y salió, ahí vió a 3 chicos, dos de armadura y 1 de traje.

Mack: Buenos días. -les sonrió.

Los tres chicos voltearon y se quedaron boquiabiertos, pues tanta belleza no pasaba desapercibida.

Luzu: ¡Wow! Te tomaste en serio las elecciones.

Mack: Es un día especial, además los Dioses me lo regalaron.

Fargan: Te ves precio—

Vegetta: Fantástica, un toque elegante y femenino, lo que faltaba en Karmaland. -la chica se sonrojó y Fargan miró mal a su amigo.

Luzu: Bueno, ¿Vamos a la plaza?

Vegetta: Yo esperaría a Willy, porque él haría lo mismo conmigo.

Fargan: Willy ya está, podemos ir.

Luzu: Vamos entonces, My lady -tomó su mano- ¿Nos vamos?

Mack: Por supuesto, caballero.

Luzu y Mack se llevaban tan bien que a los otros dos acompañantes les daban celos, bajaron por los ascensores, salieron y caminaron hacia la plaza, ésta estaba con varios habitantes de Karmaland, entre ellos, Sheep, un viejo amigo de Mack.

Vegetta: Mack, me han enviado un mensaje los Dioses diciendo que no podrás votar, lo siento.

Mack: ¿Por qué?

Luzu: Pero ésto es una injusticia.

Fargan: ¡No puede ser!

Willy: ¿Qué pasa?

Fargan: Mack no va a poder votar.

Vegetta: Ya veo, es que aún no tienen preparada tu identificación karmaladiense.

Mack: Ah... Vale, no hay problema... Veré el espectáculo.

Luzu: Es una lástima, pero aún así, cuento con tu apoyo. -les abrazó.

Rubius: Ya llegué, chicos.

Vegetta: ¡Aaah!

Rubius: ¿Qué te pasa Vegetta?

Vegetta: He tenido una visión, vamos a dar una vuelta.

(...) [En la iglesia]

Luzu: Éste será un gran día.

Mack: Te deseo toda la suerte de mundo y que el Señor te bendiga. -le besó la frente.

Rubius: Pueden ir en paz y que gane el mejor.

Salieron de allí y se dirigieron a la plaza, era el momento definitivo, Merlón diría unas palabras de apoyo para los dos candidatos, pero, de última hora, se presentó alguien.

Vegetta: ¡Un nuevo candidato!

Mack ¿Cerdus Gil?

Sheep: Que raro, nunca lo he visto.

(3 discursos después)

Vegetta: ¡Hora de votar!

Luzu: Yo primero.

Fueron pasando uno a uno a la parte de atrás del escenario, Luzu abrazó a Mack en forma de consuelo, pues ella quería votar por su amigo, después de varios minutos, la hora de la verdad llegó.

Vegetta: Cerdus Gil... 3 votos, Lolito... 3 votos y Luzu... 2 votos.

Lolito: Más el de Auron... ¡¡Soy alcalde!!

Mack: ¡¿Qué?! -respondió enojada, intentó subir al escenario, pero los guardias no la dejaron- exijo una explicación.

Luzu se iba lentamente triste hacia su casa, pues, después de haber trabajado tanto, no logró su objetivo, él tenía 3 meses trabajando en ello, para que alguien se postulara 2 días antes.

Rubius: ¡Quiero cambiar mi voto!

Mack: ¡¡Ésto es una injusticia!! -todo el mundo se quedó callado.

Lolito: Atentado contra el alcalde, Rubius y Mack ¡A la puta calle!

La ira de Mack iba creciendo, le parecían una injusticia ese tipo de actitudes, pero eran cosas que pasaban, se fue a la parte de atrás y cogió un par de cervezas, sandwiches y otros alimentos y se encaminó a la casa de su amigo.

Mack: ¡Luzu! Soy yo, déjame pasar.

Luzu: ¡Vete! Quiero estar solo.

Mack: Por favor, no quiero que estés así.

Luzu: ¡Vete, por favor!

Con la mirada triste, la chica bajó las escaleras de manera lenta, sin percatarse que se encontraría a sus compañeros a la mitad de las escaleras.

Lolito: Hombre, Mack.

Mack: -sacó su arco- ¿Qué quieren?

Mangel: Tranquila, queremos hablar con Luzu.

Vegetta: Vamos con el alcalde, el que iba a ser alcalde.

Mack: Quiere estar solo, será mejor que se vayan.

Luzu: No te preocupes, yo me encargo. -tocó su hombro.

Mack: ¿Seguro? -él asintió- okay, pero... Te traje ésto, ¿Vale? -le entregó la comida con lágrimas en los ojos- adiós.

Luzu: Cuídate. -la abrazó.

Ella bajó las escaleras sola, pues todos los demás se encontraban molestando a Luzu, se dirigió a su casa, subió, abrió la puerta, y se sentó en el césped a observar los caballos de mar súper legales.

Mack: No entiendo, ¿Qué les ha hecho Luzu para que no hayan votado por él?

La chica se quedó ahí, observando el lago hasta que la noche cayó.