|Capitulo 21|

550 26 2
                                    

Narra Dave:

Que era lo que me pasaba, iba a toda velocidad en un auto robado y de ridículo color, poco impresionante para la ocasión (aparte), tenía desde hace 3 cuadras atrás a la policía persiguiendome. Pero eso no era todo en esta odisea de estrés, si no que involucre a Grettell en esta mierda, aparte no traía el dinero completo.

Maldición, maldición, maldición, decía en tono molesto y pegándole al volante.  Gracias a Dios Grett sigue desmayada.

El ruido de las sirenas me estresaba, así que metí el freno de mano para poder hacer una maniobra maestra para poder perder a la policía y a si fue en cuestión de minutos los perdí de vista.

Decido hacer una última parada en mi casa, para poder tomar cosas de valor y tomar mi auto.
Al llegar, lo primero que hago es pasar a Grett a mi auto.

La tomo de la espalda, pero se me empieza a resbalar, la tomo con más fuerza. - Oh!! Si que está pesada. Digo aparentando los dientes y cargándola hasta ponerla lentamente en el asiento del copiloto en mi auto.

Ahora el siguiente paso es pasar las bolsas de dinero a la cajuela con total discreción, con paso veloz me introduzco adentro de mi casa.

- En esto casos,, que es lo que tengo que llevar. Digo nervioso y algo lunático.

Tomo mi mochila, mi celular, mi cartera, algunas golosinas. Y miro decido la mesa de la sala, tomo otra maleta y empiezo a hechar las armas que había en ella.
Cojo rápidamente las llaves del auto y me decido a partir.

**********

Narra Grettell:

Me estaba dando un gran aroma a pino y la frescura a bosque, y empeze a escuchar la canción Just Kiss Her de Concorde, trato de abrir los ojos muy lentamente, y lo único que alcanzo a ver de reojo es una larga carretera y a su alrededor muchos pinos (algunos de color muy verde y otros ya les estaba pegando la primavera), Oh por Dios que estoy pensando, me digo a mi misma.

Decido voltear lo más lento posible a mi izquierda, con mis latidos a mil por hora, puedo  ver a mi secuestrador manejando con mucha tranquilidad, traía una chaqueta de cuero negra. Mientras que yo traía una pijama de las peluditas, y una tipo cobija arropandome.

Me quedo helada, a ver a Dave, mi mente estaba en blanco, que es lo que quiere de mi, o mejor dicho que va pasar conmigo.

- Oh vaya! , Ya despertaste. Menciona Dave con una gran sonrisa al verme.

Por mientras, yo niego verle a los ojos, así que pongo mi vista fijamente a la carretera.

- No se, que es lo que te parece gracioso. ¡No! no lose, por qué esto es para nada gracioso. Digo seriamente molesta, pero a la vez con algo de miedo.

- Mira, por favor deja que te lo explique Grett.

- Por Dios Dave, que tienes que explicar. Digo furiosa.

Todo se torno en un gran silencioso, que ni los sonidos más audibles se hacian presentes en ese momento, es como si se hubiera detenido el tiempo, menos nosotros.

- Por favor Grett, solo te pido que te calmes, para que lo entiendas.

- Por Dios Dave, como quieres que me calme y que entienda. Si robaste un maldito Banco y lo peor; me secuestraste. Que quieres que diga y haga. Lo grito a todo pulmón, algo eufórica.

- Permíteme que te lo explique en un lugar más tranquilo, te prometo que te lo diré todo, y que no te haré daño. Menciona Dave queriéndome tocar el hombro.

En eso de reojo, checo que cerca del freno de mano había una pequeña pistola.

- ¡NO ME TOQUES! Quiero bajar del auto. Digo dignamente.

- Tu sabes bien, que eso es imposible. Ladra Dave con un repentino cambio de semblante.

- Deten el auto ¡ya!. Digo muy seria y apuntandole con la pistola a Dave.
Mis manos temblaban, mi estrés llegó a su límite.

- Quiero bajarme del auto.  Grito  enojada.

En eso Dave estaciona el auto, a un lado de la carretera, apaga el motor y quita el seguro de la puerta.

- Por favor Grett, enserio no quiero hacerte daño, yo sé que estás alterada. Si me dejaras explicarte, creeme que no hay nada  de que preocuparte, solo déjame explicarte.

Todo se estaba poniendo algo incómodo y confuso.

- Te lo pido de rodillas, por favor no me dejes solo. Y déjame explicarte la situación. Pero, lo que si te voy a prometer que no te haré daño y mucho menos permitiré que te lastimen.

En eso me quedo pensativa por unos instantes, y empiezo a bajar  el arma poco a poco.

- Está bien, pero prométeme que todo saldrá bien. Menciono, mientras que estiró mi mano para darle la pistola.

- Te lo puedo asegurar, estarás a salvó. Y si te sientes más segura puedes quedarte con el arma.

Sin embargo ya que se tranquilizaron las cosas, Dave vuelve a encender el coche. Mientras que yo, decido solo ver por la ventana y contemplar la música del radio.


Muchísimas gracias por leer esta pequeña historia. La verdad no se que haría sin ustedes.
Disculpen la tardanza, pero la escuela me está matando ajaja.

Les agradezco muchísimo a todos mis lectores . Enserio gracias.

Y su tienen alguna recomendación o pregunta (ya saben con todo el respeto) háganlo.

Muchísimas gracias, criaturas del señor :)




"Pijamas Days" [EMISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora