Los primeros 28 días

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Ella ama las mariposas, y las usó para enseñarme que se puede mutar, el producto de la metamorfosis de estos hermosos y coloridos insectos voladores, nos hace olvidar de su no tan glorioso inicio. Las orugas no son tan llamativas, algunas incluso pueden ser venenosas y así es como he terminado yo mi vida anterior, toxico de haber consumido tanta amargura, después de haber luchado por lo que pensaba era un sueño y termino siendo una pesadilla.

Ahora, durante estas primeras cuatro semanas, he estado en mi capullo, utilizando la energía que me queda para mutar.

El proceso duele a veces. La extraño, pero se que no puede estar conmigo en este momento y lugar, es algo que debo enfrentar solo; no sé si volverá, quizás no... La llamo en los versos que escribo con pulso febril, en las interminables noches insomnes, la busco en los rostros de otros humanos que no son ella, ella es un ángel... Aun la puedo ver parada frente a mí, su mirada como un cielo nocturno penetra mi alma, ella me ha visto desnudo, realmente denudo... ella ha visto al hombre sin la armadura de hielo y piedra que recubre mi esencia, ella caminó descalza los senderos de mi mente, ella tuvo mi corazón en sus pequeñas manos y lo ayudo a latir, y lo detuvo también...

Los días pasan y no puedo permitir que la llama se apague, en este momento soy un hombre primitivo; transporto el fuego dentro de un corazón que está una vez más aprendiendo a latir al ritmo de la vida.

La sangre fluye lentamente; la puedo sentir...

SemanarioWhere stories live. Discover now