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siete.

Jungkook no se esperaba, por nada del mundo, que aquella flor que había estado creciendo en su pecho los últimos días fuera capaz de caerse tan fácilmente.

Cuando trataba de arrancarla le dolía como si quisieran separar una extremidad más de su cuerpo, si trataba de cortarla las tijeras se rompían, y no había nada del mundo que pudiera hacer que esa linda y pequeña orquídea se separara de su piel.

Se agachó y la tomó entre sus manos. Estaba en perfecto estado, con olores deliciosos y un color blanco como la nieve.

Jungkook lo pensó, y era perfecta para regalársela a YoonGi.

Preparó el ramo con todo el cuidado del mundo. Escogió con detalle cada uno de los lirios que le daría a YoonGi y los mantuvo unidos con una linda cinta de color rojo. Por último, colocó la pequeña orquídea arriba, en el centro.

Al salir, evitó la mirada de YoonGi, e ignoró la forma en la que su meñique estaba entrelazado con el del chico más alto. Colocó el ramo en el mostrador mientras sus manos temblaban, y procedió a aceptar el dinero que el amor de su vida le estaba entregando.

—¡Es hermoso, Jungkook! —dijo YoonGi, mientras la admiración y la ternura se reflejaban en su voz— Tienes talento, te deben de gustar mucho las flores, ¿No es así? —su tono sonaba suave, y verdaderamente interesado.

A Jungkook se le derritió el corazón. Su pecho picaba, su frente sudaba, y no sabía cómo había podido mantenerse de pie hasta aquél momento.

Sin embargo, no pudo evitar mirarlo a los ojos.

Una chispa recorrió su cuerpo hasta llegar a su cabeza, generándole un fuerte dolor en la sien. En aquél momento, YoonGi llevó su mano a su cabeza ¿Lo había sentido también?

Con rapidez, Jungkook tomó el ramo y se lo tendió, para que el chico que lo destruía por dentro se fuera de una vez por todas.

YoonGi rozó su mano con la suya, y, en aquél momento, ambos notaron que se les estaba haciendo difícil respirar.

—Muchas gracias —dijo el otro chico, ajeno a lo que sucedía con los otros dos. Giró su cabeza hacia YoonGi y lo tomó de la muñeca— Tenemos que irnos, amor.

Y así, un YoonGi con la mirada perdida en el rostro de Jungkook fue arrastrado fuera de la tienda.

Y una nueva flor se plantó en su interior.

garden: a yoonkook taleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora