_Maestro, tu siempre dices que no son necesarios los maestros para aprender a conocernos. ¿En qué te apoyas para afirmar eso, cuando todos los demás maestros dicen lo contrario, que ellos son imprescindibles?
_Hij@, una vez le pregunté a mi madre si ella me conocía, y me respondió que no. Si ella no me conoce ¿cómo lo pretende un tercero y desconocido, recién llegado a tu vida? Tu no necesitas a un maestro, tu necesitas vencer tu pereza de pensar, de comenzar a caminar.
_Pero me cambiaré de ciudad y deberé buscar otro maestro zen. ¿Me puedes recomendar a alguien?
_Hij@, te recomendaré al mejor: párate frente a un espejo y lo verás, háblale y te responderá. ¿Por qué buscas afuera lo que tienes dentro de tí? ¿Acaso la piedra, o la nube, o la flor de loto o la montaña toman lecciones para vivir y ser lo que son? Abre los ojos y mira: lo que veas, es zen. No es ni bueno ni malo, ni bonito ni feo; simplemente es. Tómalo tal cual lo veas.
NOTA: El único maestro que necesitamos para alcanzar la iluminación es nuestro maestro interior. Aunque los externos también son muy útiles para encaminarnos cuando recién iniciamos el camino.
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PREGUNTAS A UN SABIO
EspiritualUn discípulo habla con su maestro zen y le hace todo tipo de interrogantes para mejorar su vida, a lo cual, el sabio le da respuestas muy poco habituales!!!
