Capitulo 28. Llamadas a Mamá

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Eran las siete de la mañana y el móvil estaba sonando. Lo paré y avisé a Ross. Me vestí así (foto del principio) y cogí las tarjetas de las habitaciones y terminé de meter todo en la maleta. Me fui a ver a Ross. 

-Buenos días. ¿Te queda algo por hacer?- le pregunté

-Si, terminar de meter esto en la maleta. 

-¿Hablaste con Rydel? 

-Si, me llamó anoche disculpándose. Iban a ir a recogerme al aeropuerto y les dije que no. 

-¿Cuando llegarás a tu casa?- Intentaré tantear el terreno

-La verdad es que no lo sé. 

-Pues cuando llegues me llamas y me dices como ha salido todo el viaje. Soy tu niñera y quiero saberlo. -le dije guiñándole el ojo- Vamos a desayunar. Hoy necesitarás energía. 

Bajamos a desayunar pronto. Ross se cogió un gran plato de bacon. 

-No comas tanto que vas a vomitar. - es verdad que era su niñera y no podía permitir que se pusiera enfermo.

-Tienes razón.

Ross vació la mitad de su plato. Desayunamos en la cocina como siempre pero a Ross no se le veía muy animado. Hoy no hablaba y solo miraba su plato. Después de desayunar salimos al patio. 

-¿Cuanto queda para que vengan los niños? -Dijo Ross

-Poco más de media hora. 

-Esperemos a tu hermana en el aparcamiento. 

-No, te verán los niños. Es mejor ir a mi oficina.- a Ross le pasaba algo, ¿se había olvidado que no quería que le vieran?

-Pues detrás de ti. 

En mi oficina estuvimos hablando un poco más. Estaba intentando que fuera el mismo Ross de siempre, con esa alegría, esa chispa, esa gracia, pero no había manera. Lo intente con lo de que me había encontrado. Eso pareció animarle un poco. 

-¿Sabes que vas a hacer con lo mío? 

-¿Que es lo tuyo?- Ross estaba super despistado.

-Lo de Blue girl 57. 

-Ahh eso, pensaba en decirles que te he encontrado, pero no les diré tu nombre. 

-Ellos querrán pruebas.- *¿Pero qué demonios le pasa hoy?*

-Puedo llamarte por teléfono y tu hablas con ellos. 

-Por mí bien, pero se darán cuenta de que soy la misma que colgó a Riker y que cogió el teléfono a Ratliff el otro día. 

-No, mira descarga esta aplicación para transformar tu voz. 

-A ver, déjame tu móvil.-Sabía que Ross no había cambiado el nombre de mi número.

-¿Para qué quieres mi móvil?- Una pequeña chispa de alegría le cruzó la cara.

-Para no dejarte cometer ningún fallo. 

-No te entiendo. -Ross hoy no pillaba una.

-¿Confías en mí? 

-Claro. -Ross seguía mirando al suelo.

-Mírame a los ojos. ¿Confías en mí?- le dije seria.

-Claro que si. 

-Pues dame tu móvil. 

Ross me dio su móvil. Busqué mi número en la agenda. 

-Esto hubiera sido un fallo, ¿ves?- Tenía mi nombre puesto. 

Siete días con mi superestrella favorita. Ross Lynch y tu.Where stories live. Discover now