XIX

46 1 0
                                    

Brent

—Señor Prescott, la señorita está fuera de peligro. Puede volver a ingresar —Hago caso y una vez a su lado una enfermera me interrumpe.

—Necesitamos un donador de sangre rápido, tiene un factor sanguíneo muy extraño, muy pocas personas lo tienen, por lo que sólo un familiar directo puede realizar la donación.

—¿Qué? Pero ella es adoptada. No sé quién es su familia biológica...

—Le haremos unas pruebas de ADN entonces para hallar a su familia cuanto antes. Si no consigue esa donación para mañana, tendremos que desconectarla... Lo siento mucho.

   Todos se retiran dejándome sólo con mis pensamientos. ¿Y ahora qué? Por algo su familia la abandonó apenas nació, es casi imposible que se interesen ahora, e incluso encontrarlos será muy difícil...

—Señor Prescott, debe retirarse de la habitación, el horario de visitas ha concluído.

   Acompaño a la enfermera hasta la salida y me dirijo hacia mi casa a paso muy lento. Mis padres aún no han vuelto de su viaje de trabajo, aunque no me sorprende, a veces tardan un año entero en regresar, por lo que no están al tanto de nada.

(***)

Jonathan

   ¿Quién se piensa que es ese imbécil para darme órdenes? Yo haré con Rose lo que se me plazca.
Esperé a que Brent se marchara para entrar a la habitación de Rose, algo muy sencillo al ser traumatólogo. Pobrecita, tan hermosa que era y tan fea que ha quedado, pero su cuerpo... Sigue estando espectacular. Cierro la puerta con cerrojo, tomo una almohada y la coloco sobre el rostro de Rose, me da asco verla tan desfigurada; no se ahogará, tiene un respirador artificial que se lo impide. Le quito la bata que está apenas atada a su cuello y observo su cuerpo, blanco y terso. Mojo su zona íntima y mi pene con saliva para comenzar a penetrarla. La embisto con fuerza, puedo sentir cómo desgarro algunos de sus ligamentos internos ante tanta desesperación. Nada me importa, ella ya está muerta, no sentirá el dolor. Enseguida pienso: si no siente nada, puedo destrozarla por dentro y satisfacerme como nunca antes y no habrá ningún problema. No lo dudo y la penetro por el culo, la veo sangrar pero no me importa en absoluto. Mientras, meto mi puño entero en su vagina, verla tan llena de mí me excita demasiado, así que me vengo dentro suyo. Limpio la sangre, le coloco su bata nuevamente y le quito la almohada del rostro.

—Que desperdicio...

   Abro la puerta y me marcho hacia mi casa. Pero justo antes de cruzar la salida, un doctor grita mi nombre para que me detenga.

—Por favor señor, necesito una muestra de su sangre. No tomará mucho tiempo...

—¿Y eso para qué?

—No le podré confirmar hasta no estar seguro.

   Acompaño al doctor, me pinchan el dedo índice y espero unos minutos a que me digan qué demonios sucede.

—Señor, disculpe pero... ¿Usted tuvo una hija hace diecisiete años la cual dió en adopción?

—Sí, en ese momento estaba de novio con una muchacha, pero ninguno de los dos queríamos hijos aún, eramos demasiado jóvenes, apenas teníamos 13 años. Así que le dije que si no quería abortar la diera en adopción apenas naciera y eso fue lo que hizo, luego de eso nuestra relación acabó... Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con mi sangre? No estoy entendiendo nada...

—La muestra de ADN confirma en un 100% que usted es el padre biológico de Rose Prescott, y necesitamos que done su sangre para salvarla antes de que amanezca, o ya no habrá vuelta atrás.

—Disculpe...

   Me retiro de la habitación tambaleando, muy confundido, sintiendo que me tiraron un balde de agua helada. ¿Rose es mi hija? ¿Qué fue lo que he hecho? Tuve sexo salvaje, y lo peor, luego violé y destrocé a  mi propia hija... No sé qué hacer... Pero de algo sí estoy seguro: no puede enterarse.
Ingreso nuevamente a la habitación para hablar con el doctor.

—Le donaré mi sangre, esperaré un par de horas y luego me iré. No quiero que sepa quién lo hizo, ¿de acuerdo?

   Firmo unos papeles para que quede todo aclarado como corresponde, me sacan sangre, espero, y una vez me siento mejor me marcho a mi casa, para recostarme a pensar en cómo arderé en el maldito infierno.

Inesperada Seducción [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora