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Admito que estoy sorprendido. No supe como reaccionar, solo me quedé ahí sentado mirando un libro que estaba al revés.

Al llegar la salida, yo me aliste rápido. Quería salir de ahí pero tú impediste eso.

"Bakugo"

Desgracia. Sentí mi cuerpo temblar. Note que el salón ya estaba vacío.

"¿Qué quieres?"
Dije sin mirarte e intentando no tartamudear por los nervios.

"¿Quieres hacer el trabajo en mi casa? No creo que me permitan salir"

Al ya estar listo para irme, volví a tratar de salir de aqui. Pero me obstruiste el paso.

"¿Qué quieres?"
Pregunte desesperado. Mi corazón latía con descontrol.
Otra vez esa sensación.
Y tú eres el causante.

"Hoy"

No te entendí nada, creo que me perdí mirando tu perfecta cara.

"¿Hoy?"

"Hoy podemos hacer el trabajo... Tengo tiempo"
Dices mirandome de forma neutra. No pudiendo identificar tu sentir.

"Esta bien. Pero quitate. Me quiero ir"
Si sigo cerca tuyo a solas, no podré controlar a mi corazón idiota.

Me miraste burlón.

"Estas muy calmado...¿No?"

¿Eso fue coqueteo o son ideas mías?

Puse mi mano cerca de tu rostro, amenazandote con una explosión.

"¡Idiota! Si estoy calmado no te incumbe. Pero ya quítate".

Amenazando a la persona que me gusta. Wao, que romántico.

Pero no esperaba que tomes mi mano y que la congelarás. También bajaste la temperatura del salón, haciendo que todo ese calor desaparezca.

Trate de liberarme. Por esta temperatura no podía hacer explosiones.

Otra vez nuestras miradas se toparon, pero esta vez no voy a permitir que me confundas más.

Con todas mis fuerzas golpee mi mano congelada en una mesa.
Logre liberarme y retrocedí varios pasos. Alejandome de ti.

B.K.

Eres Hetero [Todobaku] Where stories live. Discover now