C i n c u e n t a

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Holito :)

Holito :)

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—¿Por qué? ¿Por qué, por qué? ¿Por qué ella haría algo así?

Tuve que rodear toda la cama para lograr ver su rostro. Trató de esquivarme, pero sus movimientos eran torpes y sus ojos demasiado expresivos como para poder seguir ocultándose.

—Puedes preguntárselo a ella, ¿no crees? Yo me desmayé luego del impacto.

Una respuesta esquiva, igual que su actitud.

Mentía.

En ese momento tuve tanta ira que dejé que mi boca hable sin siquiera medir las palabras. No lo pensé, solo permití que mi enojo fluyera al exterior. Tomé el rostro de Rust para que nos encontráramos frente a frente. El fuego de mi interior se encendió con ferocidad. Era ese tipo de rabia contenida que necesita hacer ebullición, explotar. La garganta se me secó, el pecho me dolió y los ojos me ardieron. Era impotencia y decepción

—Si el disparo fue hecho a propósito me molestaré mucho. ¿Sabes cuántas veces he tenido que salvarte el trasero? Y tú...

Mi voz se rompió. Acabé respirando con dificultad, con los ojos llorosos y muy cansada.

—¿De qué estás hablando? —preguntó.

Inspiré con la boca abierta, y así la dejé durante un efímero instante. No podía contarle de mi poder, aunque ganas no me faltaban, lo que hacía la situación todavía más decepcionante.

—De... de nada. Olvídalo. —Esta vez fui yo la que evitó el contacto visual— Fue un disparo calculado después de todo, y ahora estás aquí... —Antes de volver a rodear la cama y dejar el frontis de Rust, él me detuvo sosteniendo mi mano— ¿Qué?

—Nada.

Mentía de nuevo, pero no quise insistir, de todas formas no hablaría ni daría explicaciones. Rodeé la cama, me senté a los pies y tomé la libreta. Rust se giró en medio de quejidos y se sentó.

—¿Cómo están mis bestias?

Ese tópico me gustó más.

—Están bien. Crush ha engordado bastante.

—Tu podrías hacer lo mismo —su dedo índice picó en mis costillas—, estás muy delgada.

Últimamente no comía mucho, el apetito se me había esfumado. Tenía demasiadas cosas en la cabeza desde que me vi involucrada con Claus y la muerte del sujeto de Legión.

—Cuando te den de alta me preparas unos muffins.

Una sonrisa torcida decoró su rostro.

—Si tengo tu aprobación con ellos entonces debería abrir una pastelería a futuro.

«Futuro». No era una palabra en la que pensara demasiado, estaba tan enganchada a mi habilidad que solo pensaba en el pasado.

—No sería una mala idea, lástima que te faltan huevos —comenté.

Díselo a la Luna ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora