32: Forbidden

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Mark intentó hacer caso de los consejos de Yuta, verdaderamente lo intentó. Permitió que Hyuck respirase, tuviese tiempo de mirarle con enfado hasta pasar al ligero arrepentimiento por haberse enojado con él.

Sin embargo, solo aguantó seis días su silencio hasta suplicar por chat que le perdonase. Si la disculpa hubiese ocurrido en físico, cara a cara, Hyuck, probablemente, lo hubiese obligado a arrodillarse e implorar perdón solo por verlo humillarse un poco. Solo para que recibiese su merecido.

Mas no pudo ser así, y mejor para él, pues a pesar de que estaba arrepentido, no podía decir que se sintiese demasiado culpable. Al final, tras la disculpa, por fin había conocido ese nombre: Johnny.

Decir que Mark está confuso es poco. ¿Johnny? ¿Por qué Johnny? Probablemente le gustase antes de que Taeil y él salieran, repite la lógica. Pero su paranoia parece encontrarse en una habitación insonorizada; no hay nada que le pueda hacer cambiar de idea.

Tras varios días de injustificada observación —la cual había hecho sin cuestionarse; no pensaba cuestionar los caminos que tomaban sus pensamientos por las posibles desembocaduras que encontraría—, Mark ha decidido que Johnny y Donghyuck son muy cercanos; más de lo que esperaba. El mayor lo trata con cariño familiar, revolviéndole el cabello a veces y sonriendo Hyuck en respuesta. Sin embargo, Johnny no se comporta con él ni la mitad de meloso que con su novio, lo cual es también algo a destacar.

Deben llevar siendo amigos bastante tiempo, más que él y Donghyuck. Se pregunta si le gustaba mucho o si se presentó una ocasión irrepetible. A lo mejor fue solo para probar.

Él todavía no ha besado a nadie. Quizá le gustaría dar su primer beso con alguien que le atraiga, como Yeri, piensa jugueteando con el lápiz. Hace rato que ha dejado de escuchar la clase; las matemáticas le aburren terriblemente, y su mente no está para enfocarse en nada ahora mismo.

Hyuck está a su lado copiando en el cuaderno lo que está escrito en la pizarra. Sus ojos bailan entre su mano y su rostro, intentando sin éxito no fijar la vista demasiado tiempo en este último. Un leve morado pigmenta bajo sus ojos; no habrá dormido muy bien esa noche. Las pestañas los ocultan, pero parecen cansados. También ha estado maltratando sus labios, nota gracias a los surcos rojizos en estos; aunque no han perdido el aspecto tierno de siempre.

...Pero esos pensamientos están prohibidos.

Mark suspira hastiado y deja caer la cabeza con un golpe que distrae a Donghyuck de su tarea y le hace soltar una leve risa.

—¿Ya has llegado a tu límite?

—Creo que sí —responde levantando la mirada.

—Pobrecillo. —Haechan acaricia su cabello suavemente y Mark cierra los ojos, disfrutando de la caricia como un desvalido cachorro—. Se te está friendo el cerebro con tantos números, ¿no? A mí también, no te preocupes.

—No tienes ni idea del lío que tengo en la cabeza. En serio, ni idea.

❛Warzone❜ | Markhyuck chatsWhere stories live. Discover now