C A P I T U L O. 14

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A veces la vida te permite ver el sol y te llena de su calidez, otras veces puedes mirar la luna reflejada en el mar interminable.

Y eso es justo lo que esperaba tener ahora, habíamos pasado ya tres años desde que la tragedia había sacudido nuestras vidas una tras otra.

Primero Alexis visitaba a Julia una vez cada mes, eso solo al principio ahora que es una adolescente solo la ve en fechas especiales inclusive compartiendo cosas que tienen en común como hacerse la manicura cuando tienen oportunidad.

En cuanto a Hailey desde esa llamada esa noche todo a ido mejor, su inocencia se demostró al obtener una grabación anónima de un infiltrado en la comisaría, después de eso ella siguió trabajando normal, o lo hacía hasta hace unas semanas cuando obtuvo su licencia de maternidad al tener casi nueve meses de embarazo, porque tendríamos a nuestra segunda hija.

Y Harry era un niño tan feliz y sano que me sentía orgulloso de lo que un día se convertiría, le encantaba jugar con mi estetoscopio, así que intuía que sería un magnifico doctor.

-Hailey, deberías sentarte un momento, ella llegará en cualquier momento- mencioné revisando un cas que tenía del hospital.

-¿Sabes que le estás dando demasiada libertad? Apenas tiene trece años- declaró cruzándose de brazos.

-Confio en ella, ¿Acaso nos ha ocultado algo?- declare cerrando mi computadora para poder abrazar a Hailey y que se relajará un poco.

-No, pero debe ser todo esto del embarazo paso menos tiempo con ella que a veces siento que no es suficiente- cada día se notaba más cansada.

-Ven, juguemos con Harry eso nos distraerá a ambos- ella asintió, besé su frente y caminamos hacia la habitación de Harry quien jugaba con mi instrumentos médicos, bueno solo aquellos que sabía que no lo dañarían.

-Hola mi niño- exclamó Hailey sentándose en la cama acariciando su vientre. -Te he traído un paciente- me señaló.

Sabia que esto era someterme a una exhausta y poco profesional revisión por parte de mi hijo. Pero en cierta parte sabia Hailey lo disfrutaba así que solo quería darle el gusto.

Y tal como dije todo aquello comenzó con una innecesaria revisión de mi mano con el estetoscopio para luego tomar una lamparita y apuntar la hacia mi cabello y tomar una jeringa, sin la aguja evidentemente para casi insertarla en mi ojo.

Parecía una familia feliz... ¿Quien diría que la felicidad se acaba de un momento a otro?














Ahhhh....

Oficialmente el próximo capítulo ya es el final.

Besos. Sam ❤

NUEVAMENTE PADREWhere stories live. Discover now