Día 2

8.6K 733 1.8K
                                    

Si alguna vez se preguntaron qué se sentiría cuidar de un demonio, bueno, Giyuu tenía la respuesta a eso: era una tortura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si alguna vez se preguntaron qué se sentiría cuidar de un demonio, bueno, Giyuu tenía la respuesta a eso: era una tortura.

Sabito y él habían accedido a cuidar de la pequeña Shinobu mientras Kanae, su hermana mayor, salía a buscar su regalo de cumpleaños número 11, en compañía de la menor de las hermanas, Kanao. A Tomioka poco le importaba la edad, aquella mocosa solo sabía burlarse de él y su poca —nula— capacidad para socializar.

Pero no debía hacer caso a lo que esa niña pudiese decir de él, ya no era un niño que cedía ante las provocaciones de esa mocosa del demonio, ahora tenía 15 años y un novio... Aunque anunciar su noviazgo frente a Shinobu no fue su mejor decisión.

—Pobre Sabito-san, tiene que soportar tu mal olor, Tomioka—Shinobu suspiro. Estaba abrazando uno de los cojines del sofá, jugueteando con sus pies y mirándolo fijamente con sus malvados ojitos color uva.

Giyuu decidió ignorarla, Sabito estaba en la cocina cortando un par de manzanas para que comiesen todos juntos mientras miraban alguna película a elección de la niña.

—Pero bueno, a final de cuentas todos te odian, tarde o temprano Sabito-san se dará cuenta de que no eres la gran cosa—soltó nuevamente uno de sus comentarios venenosos, y está vez Tomioka si que la volteo a mirar, con miedo a que esas palabras se volvieran realidad.

—N-no—negó con un hilillo de voz, inconscientemente su cuerpo se había tensado ante la dura mirada que recibía por parte de la niña, quién sonreía ante su logro.

—¡Giyuu, terminé!—avisó Sabito mientras salía de la cocina, en su mano traía un plato con trozos de manzana cortados como conejos, por supuesto que haría algo así, debió esperarlo.

—¡Genial, conejos!—se emociono Shinobu y tomo el trozo de manzana, con total normalidad, como si sus agrias palabras no hubieran apuñalado a Tomioka como cuchillas venenosas.

—¡Genial, conejos!—se emociono Shinobu y tomo el trozo de manzana, con total normalidad, como si sus agrias palabras no hubieran apuñalado a Tomioka como cuchillas venenosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hey, ¿Ocurre algo?—Sabito se acercó a él, lento, cuidadoso, como si se acercará a un gato callejero—has estado extraño hoy... Sé que no te agrada Shinobu, puede ser algo cruel, pero no dejes que te afecte, tú eres especial para mí.

SabiGiyuu Week 2020 - Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora