Me extrañaste, preciosa? Dante x Patty Lowell

Capítulo 10: Balas y reecuentro

Dante x Patty Lowell
¿Me extrañaste preciosa?
Capítulo 10: Balas y Reencuentro

Disclaimer: Devil May Cry no me pertenece. Lo único que me pertenece es esta historia.

-Dante.- Dijo una rubia chica entrando por la puerta de Devil May Cry. El lugar estaba sucio, como siempre con unas cuantas cajas de pizza por ahí y por allá.

Patty que se había encontrado con Morrison en su trabajo, le pido que le entregara al cazador un paquete nuevo de las balas especiales que Dante usaba en Ebony y Ivory, excusándose de que no podía llevárselas ya que tenía otros negocios importantes que atender, así que la rubia chica no tuvo más remedio que ir a dárselas, no quería ya que aún estaba un poco molesta por lo ocurrido entre Trish y el en la fiesta.

Patty siguió caminando hasta llegar al escritorio, mirando en varias direcciones para ver si lo encontraba. – Dante- Repitió la rubia. Ninguna respuesta. Debe estar haciendo algún trabajo, pensó. Acto seguido, deposito el paquete en el escritorio y miro la fotografía de Eva, la madre de Dante. La vio por un rato mientras pensaba en lo bonita que ella debió haber sido y del gran parecido que esta tenía con Trish.

Trish. Cada vez que pensaba en ella sentía ganas de golpearla, si bien era cierto que no era para tanto ya que después de todo ella no tenía ninguna relación con Dante, no era nada de él. En cambio, Trish y Dante habían tenido una relación antes, cuando ella trabajaba con él y eso es algo que nunca iba a cambiar. Pero a Patty le asustaba la idea de que el joven cazador aun siguiera sintiendo algo por ella.

Sacudió su cabeza para así tratar de quitar esos pensamientos de su mente y se dio media vuelta para irse y justo cuando lo hizo choco contra el fuerte y mojado pecho de alguien.
Auch.- Se quejo la rubia y cuando miro un poco hacia arriba sus mejillas se tornaron cual carmín. Dante estaba a centímetros de ella, sin camisa, recién bañado, solo con su pantalón negro y sus botas del mismo color.

Oh, Patty que agradable sorpresa.- Saludo con alegría el cazador con su sonrisa de medio lado. - Que te trae por aquí?
Ah yo solo vine aquí a darte esto, te lo manda Morrison.- Se excuso la rubia hablando muy rápido. Y en un movimiento rápido Patty tomo con su mano derecha el paquete de balas del escritorio y se lo dio a Dante empujándolo contra su tonificado pecho y mirando hacia otro lado con las mejillas aun rojas.

Dante parpadeo un poco ante los recientes actos de la rubia y rio un poco entre dientes.
Gracias, Patty.
Bien, uh, eso era todo ahora me voy, adiós, Dante.- Dijo deprisa con una sonrisa nerviosa en su rostro y dirigiéndose hacia la puerta lo más rápido que podía, pero justo cuando iba a tocar el picaporte, una mano tomo su brazo y jalo de él empujándola a la pared con suavidad, su espalda choco contra la pared. La mano derecha de Dante estaba en la pared al lado de la cabeza de la rubia.

D-Dante.- Tartamudeo la menor de las Lowell.- ¿Qué estás haciendo? ¿Qué es lo que quieres?- Pregunto muy nerviosa y un poco asustada debido a las recientes acciones del cazador, las cuales, por cierto, eran muy raras en él. Sus mejillas estaban sonrosadas por la cercanía del peliblanco.

Dante miro hacia su lado izquierdo, cerró los ojos y rio entre dientes después la miro a los ojos con su sonrisa de medio lado.
Que ¿qué quiero Patty?- Y acto seguido puso su otro brazo en la pared alado de su cabeza, apresándola completamente.

Tu oxígeno. Quiero quitártelo.- Respondió con sinceridad y picardía en su voz. Los ojos de Patty se abrieron de golpe y abrió ligeramente la boca. Estaba estupefacta ante las palabras de Dante. ¿Desde cuándo él quería hacer eso? Acaso… ¿Él tenía sentía algo por ella?

Pero ¿Que estas dic.?- Y la rubia chica dejo la pregunta en el aire cuando de repente sintió los labios de Dante sobre los suyos, suaves y cálidos, por unos instantes Patty no se movió, estaba en shock, incapaz de creer que lo que estaba pasando era real. ¡Dante la estaba besando! Lentamente cerró los ojos y correspondió el beso. Dante puso sus brazos alrededor de la cintura de Patty atrayéndola más hacia él, Patty por su parte puso los suyos detrás del cuello de él.

Después de un rato Dante separo ligeramente sus labios de los de ella y los lamio, luego mordió un poco su labio inferior y Patty dejo escapar un gemido apenas audible pero que no pasó desapercibido por el cazador, sonrió ligeramente de lado y aprovecho el momento que Patty abrió un poco la boca para adentrar su lengua en ella, explorando cada rincón y cuando los dos se quedaron sin aire se separaron. Sin dejar de estar en la posición en la que estaban. Las mejillas de Patty estaban completamente rojas y Dante al verla así, sonrió y la miro con dulzura.

Patty... Yo...- Empezó el cazador, pero rápidamente fue cortado cuando un ruido sordo se escuchó en el lugar proveniente de la puerta seguido de una gran explosión toda la puerta voló convirtiéndose en añicos. Antes de que esto sucediera Dante en un movimiento rápido empujo a Patty contra la pared de enfrente y la cubrió con su cuerpo dejando su blanca espalda frente a la puerta, protegiéndola.

Dante giro su cabeza de lado izquierdo para ver qué era lo que había ocurrido, y cuando vio quien lo había ocasionado sus ojos se abrieron de par en par por milisegundos y después se posó una ligera sonrisa arrogante en su rostro.
Hola, hermanito. Dijo con sorna la figura a contraluz de la puerta.
Vergil.

Continuará...