único.

89 19 11
                                    

No recuerdo la última vez que pude verte a la cara; o por lo menos hablarte sin tartamudear.
Eso actualmente sería un gran avance, porque después de lo que pasó... no te volví a hablar...

Patético, ¿no? Si, yo también lo pensé...

De hecho, si analizaras esa misma palabra te darías cuenta de muchas cosas. Que cada que te veías con chicas yo ardía de celos tal vez sería una de ellas.

Si, ha pasado un tiempo, pero no quita que haya sido una pésima etapa para mi, mientras que para ti era de las mejores de toda tu vida.

Te he anhelado más que a nada en este mundo durante años. No te diste cuenta por más obvio que fuera. No te diste cuenta por más cosas que hiciera por ti o por todas esas veces en las que insistí en estar a tu lado por una estupidez. Y créeme cuando te digo que ha sido por un muy buen tiempo...

¿Recuerdas cuando nos conocimos? Probablemente no, siempre haz sido muy despistado, pero eso no importa, para eso estoy yo, tu mejor amigo...

Era otoño, la noche nos cubría en su extensa manta oscura dando el mensaje de que ya debíamos descansar, mientras que tú... tú... a tus 14 años corrías desesperado porque tu madre había caído enferma, y que no te quedó más remedio que ir a la farmacia más cercana por medicina para ella, teniendo la mísera esperanza de que no estuviera cerrada por la hora que era.

Por suerte, allí estaba yo, un pre-adolescente de 13 años con las hormonas alborotadas, que con sólo verte sintió su interior derretirse.

Estaba ayudándole a mi hermano a cerrar la farmacia cuando tú llegaste jadeante a la entrada, rogándole que no cerrara la tienda aún.

Él no tenía interés en ello, sólo quería ir a casa y encerrarse a su cuarto a dormir. Pero a mi no me costaba nada tratar de convencerle, todo por ver aunque sea una pequeña sonrisa formarse en tus preciosos labios rosados.

Accedió porque lo soborné con la idea de tenerme de 'esclavo' un fin de semana. Aunque claro, eso no tiene importancia. Ni siquiera te diste cuenta...

Cuando encendió las luces y te preguntó por qué venías tus ojos parecieron brillar más que de entre los faroles que iluminaban la calle. Juro que me ruboricé como un tomate al percatarme de aquello.

Pensé que el universo estaba en tu contra cuando al darte lo que nos pediste, dijiste que no tenías el dinero para pagarlo, o bueno, de hecho se te había olvidado en casa.

Channie se estaba desesperando y yo estaba ahí tratando de decirle que te lo dejara llevar sin una paga.

Probablemente lo hayas visto como un acto de compasión o algo parecido, aunque realmente había sido un acto desinteresado por un chico que estaba experimentando su primer (y último) flechazo.

Después de habértelo dado, me sentí muy feliz por verte sonreír así de tímido. Se notaba a simple vista que estabas avergonzado, aunque también muy agradecido.

Te despediste de nosotros con una reverencia y múltiples "gracias" de por medio, desapareciendo en la oscuridad y dejándome con la certeza de que no te volvería a ver, ¿cuáles eran las probabilidades?

Vaya que estaba equivocado...

Dos años después entré a una nueva escuela; donde no conocía a nadie de los miles de estudiantes que se veían de reojo y que se agrupaban por todas partes a la hora de entrar a clases.

too late || 𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora