My Fucking Sugar [Michael x Franklin] [GTA V]

Complicaciones

Otro día... Otra molestia, ¿que tan bajo debí de caer para trabajar con un hombre como Simeon Yetarian, un tipo corrupto y que todo lo confundía con racismo, pendejadas así no las aguantaba más... De no ser por dos cosas, una que necesitaba la plata y dos algo conocido como Lamar

-Hey chico— habló el de descendencia árabe dejando de atacar a su nuevo cliente, suspiré pesadamente y me acerque hasta el dando paso a un incomodo abrazo arrimandolo de inmediato

-Si si si, bueno ¿que necesitas de mi ahora? ¿enfrentarme de nuevo a la ley?... ¿robar un auto a un idiota blanco?

-Bang Bang Frank, le atinaste al millón con la última pregunta, eso necesito que hagas— acomodo su corbata y se alejo aún más abrazándome por los hombros

-Necesito que vayas por la camioneta de ese niño de papi "Jimmy De Santa", al parecer se atraso con sus pagos y no podemos evitar que se burle de nosotros ¿O si?

Negué sin mas y obedeci, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en una gigantesca mansion de Rockford Hills -Mierda, quiero tener algo así Simeon—

Le comente a mi jefe aun hablando con el por teléfono, este soltó una risa y tan solo colgo. Como pude entre al jardín escondiendome entre las plantas del hombre que regaba las mismas

-¿Hola?...

Pregunto alarmado el sujeto una vez hice unos pequeños ruidos... Shit -¿Hey tu que haces aquí? ¡Señor hay un hombre negro en la casa!—

Comenzó a gritar y yo a toda costa trataba de hacer que se silenciara, hasta que de un golpe lo deje tumbado, mire a todas partes asegurándome que nadie más estuviese viendo y prosegui mi camino buscando la manera de entrar al hogar, di la vuelta completa admirandome a mi mismo

¿Como carajo me he estado perdiendo de una vida tan lujosa como esta?. Tal vez si todo sale bien y no me odian después de todo en esta casa... Tal vez me podrían invitar a nadar un rato, solté una risa y seguí mirando hasta que sorpresa. Una camioneta aparco debajo de un tejado que daba hacia la ventana del baño

Con sumo cuidado subí comenzando a escuchar una pelea un tanto absurda, dos hermanos lanzándose insultos como si fueran las personas más corrientes del mundo, hice una mueca al pasar por los cuartos de ambos jóvenes y baje por fin escuchando otra conversación, esta vez parecía ser la esposa... Con tal vez el padre de familia. Pero no, era su instructor de tenis

-Pero que mierda de familia...

Susurre pasando de alto a la parejita de sucios en la cocina y por fin me encontraba en la cochera, la preciosa camioneta amarilla estaba ante mis narices, a punto de cambiarla por una jugoza recompensa. Sin más me subí a esta y salí de la casa lo más rápido que pude sin chocar con las jardineras

-Hey Simeon, ya tengo el auto... Si voy en dirección hacia allá...— colgué y me mire triunfador en el retrovisor, mirando también a alguien detrás de mi apuntando con una pistola hacia mi cabeza

-¿Te crees muy gracioso el hecho de entrar solo así y tomar el auto de mi hijo?

-Oye bro, no lo tomes así... Tu retoño se atraso en los pagos— comente ciertamente nervioso.

-Eso es imposible puesto que la acaba de sacar de la agencia, no será acaso que esto es un ¿Fraude de impuestos?

-Mire amigo... Y-yo solo hago los embargos, si no esta satisfecho con esto puede hablar con el señor Yetarian, el es el que administra todo

-Mmmh que inteligente muchacho, excusándose de toda responsabilida— por un momento sentí su caliente respiración en mi cuello mientras puedo jurar que me observaba todo el cuerpo

-Bien... Esta muy bien, tan solo has algo por mi ¿si?— asentí nervioso ante la mirada del mayor y tan solo hice lo que me pidiera

-Bien, harás ahora esto... Entraras lo mas rápido que puedas al lugar por el aparador, si no, te dejaré dos balazos en el craneo

-Debes estar jugando ¿no?

-¿Te parece una puta broma muchacho?

Solté un suspiro negando y captando las órdenes, el impacto se dio dejando un gran cantidad de polvo y demas desastre en el lugar -¡Franklin pero que haces muchacho!—

-Señor Simeon, no es lo que cree

El Señor De Santa salió del vehículo acercándose hasta mi con una gratificante sonrisa

-Bien hecho chico... Si no estas muy ocupado mas tarde, tal vez quieras ir a mi casa un rato

Dicho esto en susurros a mi oído me dejo unos cuantos billetes y me acompañó a la salida

¡¿Pero que carajos acaba de pasar Nigga?!