Cultivando a medias.

Ya somos dos

Notas al final.

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-"¡¿Y COMO MIERDA QUIERES QUE SEPA?!"-.

Obviamente tanto Jiang Cheng, como Wei Ying; no tenían ni idea de lo que estaba pasando.

La paciencia de Jiang Cheng fue superada por su hermano. Diablos, él sabía que Wei Wuxian era denso, pero esto se superaba en todo sentido; ¿Que tan ciego tienes que estar como para no notar una anomalía de esta magnitud en su cuerpo?.

Si Jiang Cheng era un globo, Wei Ying era la aguja.

Una cosa era la situación, otra fue tener que mostrarle prácticamente en la cara, el escenario donde se encontraba parado su hermano y para colmo recibir una pregunta igual de estupida.

Se escucharon golpes en la puerta.

Ambos hermanos se miraron tensos. -"..."-.

-"...Jóvenes maestros..."-.

Jiang Cheng contestó. -"...Diga..."-.

-"...Gritar está prohibido en Gusu..."-.

-"..."-.

A pesar de todo, Wei Ying no pudo evitar mostrar una sonrisa burlona en su rostro.

Jiang Cheng estaba molesto. -"...Tu enserio eres..."-.

Cuando la persona se fue, ambos intentaron relajarse cuanto podían. Se encontraban mirándose mutuamente cada uno del lado opuesto de la habitación. Jiang Cheng ya había asumido que quizás hoy no pueda ir a clases.

-"...¿Tienes alguna idea?..."-.

Wei Ying se encontraba sentado al otro lado de su cama reflexionando de piernas cruzadas en mariposa y una mano en su mentón. La ropa de dormir de Wei Ying le quedaba grande y suelta al ser de talla masculina; afortunadamente no mostraba más de la cuenta, pero el escote se estaba escapando.

Jiang Cheng le arrojó bruscamente una almohada a Wei Ying. -"Obviamente esto no se produce porque si... Debe haber algo que hayas hecho ayer por la noche que se salga de rutina"-.

-"...¿Rutina?..."-. Wei Ying recordó. -"¡El estanque!"-.

Jiang Cheng alzó una ceja. -"¿La primavera fría?"-.

-"No, no, habló de después de robarle la ropa a Lan Zhan, nosotros fuimos a...~"-. Wei Ying se detuvo en seco, percatándose de lo que significaba. -"...Oh...Oh..."-.

...

Lan Zhan había llegado con Wei Ying al receso de las nubes cerca de las doce, cuando él debía haberse acostado a las nueve. Con lo prístino y pulcro que es Lan WangJi solo se detuvo en cambiarse y secarse el pelo, para así cumplir con su estricto horario nocturno.

No importo cuanto lo intentara, esa noche Lan WangJi no pudo conciliar el sueño. Era la primera vez en mucho tiempo, donde su cabeza era un desastre.

Había intentado despejar su mente mientras se alistaba, pero aún con todo, la ropa de Wei Wuxian seguía secándose a un costado del suyo, recordándole los actos cometidos en los estanques.

Existía una variedad de sentimientos encontrándose dentro de él y podía decir que principalmente estaba molesto.

Aún sentía la presión en su boca.