Aᥣmᥲs Eᥒᥴoᥒtrᥲdᥲs · Tom Rιddᥣᥱ [2] ✔

15 - El Velo de la Muerte

-Arlette-

Mientras caíamos millones de pensamientos invadían mi mente. Que si íbamos a morir, que todo fue un engaño, que nada valía la pena... incluso me llegué a preguntar a mí misma porque seguía llevando el estúpido anillo.

Por suerte Hermione gritó un «aresto momentum» y nos salvó de la terrible caída.

Harry aún sostenía su profecía entre las manos. Habíamos caído en un lugar extraño y sombrío. Había un arco de piedra y dentro de él había una especie de cortina negra donde se podían escuchar voces susurrando.

—¿Qué es eso?—preguntó Ginny.

—Creo que sé lo que es—dije entonces observándolo—leí algo sobre el departamento de misterios antes de venir, creo que es el velo de la muerte, es una barrera entre el país de los vivos y el de los muertos.

Todos permanecieron callados.

Sentía cómo me atraía, era una fuerza extraña que recorría todo mi cuerpo, cada vez me acercaba más a él.

—Chicos, creo que sería mejor irnos cuanto antes—dijo Hermione.

—Las voces, ¿Entendéis lo que dicen?—preguntó Harry.

Hermione volvió a hablar:

—No se oyen voces, Harry.

—Yo también las oigo—hablamos Luna y yo a la vez.

Seguíamos acercándonos lentamente observando la estructura. Era tan atrayente.

Escuchaba una áspera voz masculina llamándome, sentía que debía acercarme más, entrar ahí y reunirme con aquella voz.

—Solo es un arco, chicos—siguió hablando Hermione—¡Por favor, chicos!

—¡Poneos detrás de mí!—gritó el azabache apuntando al cielo con su varita.

Todos le hicimos caso y nos colocamos igual que él.

Pronto la nieva de los mortífagos se hizo presente y fueron apareciendo cada uno de ellos. Se mezclaron entre nosotros y pude ver como se llevaban a los chicos, hasta que me cogieron a mí también. Dejaron a Harry en el medio de todos.

El morífago que me había cogido era el mismo que me atacó momentos antes en la sala de las profecías.

—¿Acaso creías, has sido tan inocente cómo para pensar que unos críos tendrían alguna opción contra nosotros?—entró Lucius, hablando pausadamente de nuevo.

Intenté zafarme de su agarre pero fue en vano.

—Te lo voy a poner muy fácil, Potter—Lucius extendió su mano hacia Harry— dame la profecía ahora o contempla como mueren tus amigos.

—¡Ni lo pienses, Harry!—le grité.

Inmediatamente el mortífago que me tenía cogida me tiró del pelo haciéndome gritar del daño.