Capítulo 3

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Era un nuevo día. Sans se levantó y se sentó en su cama. Observó con detalle su habitación y se quedó mirando fijo una pila de ropa, junto a una nota pegada en ella. Automáticamente pensó: «Mierda, me toca lavar la maldita ropa hoy». Se levantó, buscó una cesta y metió toda la ropa sucia allí, después se dirijo al cuarto de su hermano e hizo lo mismo.

—La lavadora está cerca de la puerta que lleva al sótano. —dijo mientras bajaba las escaleras—Maldita sea, no podré escuchar sus gritos con tanto ruido.

El esqueleto metió toda la ropa en la lavadora y después bajó al sótano.

—¡Ya llegué, zorra! —gritó abriendo la puerta.

—¡Ah! —abrí los ojos pegando un grito del susto.

—¿Qué pasa? ¿Desperté a la princesa de sus sueños? —se burló el de ojeras rojas.

—¡Cállate, maldito!

El contrario caminó hacia mí y luego, con su mano, levantó mi quijada: su mirada expresaba un fuerte disgusto.

—Escucha, jodida puta. —colocó su otra mano en mi cuello—Soy yo quien que manda aquí, no vuelvas a insultarme.

Una vez más, me quedé en silencio y giré mi cabeza al otro lado para evitar ver su horrible rostro.

—Adivina qué, zorra. —sonrió—hoy toca divertirse.

Él se dirijo a un estante y bajó una caja, sacó el objeto que estaba adentro y la tiró. Luego lo escondió en su suéter para que yo no pudiera verlo.

—¿Qué? ¿Acaso me vas a sobornar con dulces a ver si te regalo una mamada? —era complicado para mí cerrar la boca, no soy el tipo persona que reprime lo que piensa.

—No. —su sonrisa se volvió más ancha aún—Es algo mucho más interesante.

Al instante mostró lo que había escondido: Un vibrador, un maldito vibrador. Comencé a temblar. Tenía miedo, no podía evitarlo.

—Vaya, ya no pareces tan valiente. —soltó algunas carcajadas.

—Pff, Yo tengo hasta más agallas que tú. —estaba aterrado pero, no tenía porqué darse cuenta.

—Oh, ¿en serio? —bajó mis pantalones junto a mi ropa interior.

—¡¿Qu-Qué?! —empecé a darle patadas—¡Quítate de encima!

—¡Me encanta que las perras se resistan!

De pronto sentí que no me podía mover. ¿Qué está pasando? Me pregunté. Baje la mirada, era mi alma: Estaba azul, al igual que un arándano. Él aprovechó que estaba inmóvil y metió el vibrador en mi entrada. Me dolía, me dolía mucho. Grité y supliqué que detuviera mi sufrimiento, por desgracia, él no me hizo caso. Bajó sus pantalones y pude ver que era aquel bulto: Se trataba de Pene y, estaba erecto (no sabía que los esqueletos podían tener partes íntimas).

Él comenzó a masturbarse mientras me veía llorar. No podía creer que pudiera existir un ser tan repugnante. Cuando estaba a punto de llegar al clímax, abrió forzadamente mi boca y metió su miembro. No hizo más que venirse adentro de mi garganta: aquel líquido se sentía baboso y salado, fue asqueroso. Al sacar su miembro lo primero que hice escupir del asco.

—Uf, eso me hacía falta. —el esqueleto retiró el vibrador.

Bajé la mirada y noté que había un charco de sangre y semen que escurría de mi entrada, fue horrendo.

—Te odio...

Tenía muchos sentimientos negativos acumulados en mi cabeza: odio, tristeza, miedo. Quería maldecirlo pero, estaba aterrado y no soportaría que me hiciese algo peor.

—Me alegra oír eso, zorra. —me dio una cachetada—Este es sólo el comienzo.

El abusador apagó la luz y se fue. Si ese era el comienzo, no quiero saber que vendría después. Debo encontrar una forma de escapar.

—¡Regresé!

—¡Flowey! —lágrimas de felicidad salieron de mis ojos—¡¿Dónde estabas?!

—Buscaba comida. —contestó—Traje una pequeña lámpara de gasoil, pan y una botella con agua.

—¡Que alegría! —sonreí—Pero... ¿Cómo pudiste salír?

—Hay un pequeño agujero en el suelo.

—Eso es genial.

—Sí, lo sé. —Flowey buscó algo en mi mochila—ahora solo déjame encender la lámpara, así podremos ver.

—Eh... No creo que sea buena idea.

—No pienso quedarme a oscuras. —tomó un fósforo y luego encendió la lámpara. La flor se aterró al ver mi cuerpo semidesnudo y maltratado.

—Te dije que no era una buena idea...

—¡¿Qué te pasó?!

—Él. —sentí un nudo en mi garganta—No quiero hablarde ello.

—Espera aquí, traeré algo para limpiarte. —la flor se desplazó por la tierra yse fue. Me quedé sentado esperándolo, no podía hacer más.

Editado √√

Eres mio y punto (Fell!SansxTú)Where stories live. Discover now