(2) Magic Man (MarkHyuck) | ©Heregoe5nothing

Capitulo 2

Funcionó. No puede creer que funcionó.

Habían pasado y Mark seguía confiando completamente en los caprichos de DongHyuck cada vez que pasaban la noche juntos. Encuentros que se estaban volviéndose cada vez más continuos durante la semana.

No podía creerlo, no podía creer lo afortunado que era por tener la oportunidad de mirar abiertamente a su enamorado mientras lo jodía y lo complacía. Admirar la forma en que sus músculos magros parecían relajarse con su toque, la manera en que lucha la mayoría del tiempo por contener sus gemido. Todas sus formas de reaccionar abrumaban aún más al joven que bebía de su imagen.

A Haechan le encanta jugar con el mayor, acercarlo al borde del placer, pero sin dejarlo ir, soltando sus atenciones y con ello consiguiendo que el muchacho debajo suyo se quejara.

Le encantó la primera vez que lo hicieron finalmente, la primera vez en que ejercitaron la penetración y el choque de sus caderas, Mark había rogado que lo penetrara y él así lo hizo. Su miembro había empujado con tanta facilidad luego de lubricarlo con su saliva, pero sabía que la emoción del mayor tenía mucho que ver y le gustaba saber que él fue quien lo llevó al punto de desear que lo invadiera.

También adora los pequeños momentos después de que ambos acaben, cuando puede pasar los dedos por los costados de su afilada mandíbula o por la cinta que cubre sus párpados y ver la sonrisa suave y contenta que cruza el rostro de Mark mientras su respiración se apaga en un sueño tranquilo.

DongHyuck siempre tuvo mucho cuidado al momento de limpiarlo previamente a dejarlo, liberando las ataduras apretadas en los tobillos y muñecas, masajeando ligeramente las líneas que le dejaban hasta disminuir el tono de estas o conseguir que desaparecieran. Del armario del mayor (o de alguna pila de ropa limpia suelta) tomaría ropa cómoda y lo vestiría con cuidado de no moverlo demasiado para que no despertase. Luego subiría las sábanas hasta el cuello, le rascaría su cuero cabelludo y suavemente levantaría el antifaz, destapando su rostro.

Ese era su momento favorito.

Los milisegundos en el que el podía permanecer sentando a centímetros de la cara de Mark con sus pestañas largas ahora expuestas mientras dormía profundamente luego del sexo. Casi podía imaginarse a ambos, el mayor invitándolo a permanecer allí a pasar la noche y ambos abrazados más tarde hasta que tuvieran que levantarse para sus horario compartidos en la mañana siguiente.

Eso no es lo que es esto. Donghyuck se regañó a sí mismo.

A Mark no le gustaba así su mejor amigo. No sabe que es él. De hecho, no tiene ni idea de quién es.

Realmente debería hablar con él sobre el peligro de un extraño, pensó el joven distraídamente mientras volvía a su habitación por el pasillo. Se mejor amigo estaba teniendo sexo con un "extraño", podría ser peligroso.

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Donghyuck nunca se había considerado celoso. Especialmente no por sus hyungs y no a causa de alguien que ni siquiera sabe de sus sentimientos. Pero cada vez que uno de los otros miembros comentaba cuán feliz, confiado y relajado se veía Mark, no puede evitar el primer impulso por gritar: ¡Fui yo! Soy la razón por la que Mark finalmente se ve a sí mismo como todos los demás.

Se regañó a sí mismo cada vez, recordándose que la felicidad de Mark era el objetivo, el punto principal de este ejercicio extraño que había comenzado. Verlo relajarse y dormir un poco era su satisfacción personal y el objetivo de ello, no su propio orgullo rebosante al cual presumir frente a otros.

Aún así, eso no le impidió agregar algo más a su nota habitual esa mañana cuando la colocó en la habitación de Mark, asegurándose de que el mayor ya había bajado a desayunar.