La otra dimensión (Levi x Lectora)

La introduccion

Le intoduccione~

No se como demonios paso, pero mis amigos y yo quedamos atrapados en una dimensión diferente a la de nosotros a causa de un juego que uno de mis mejores amigos llamado Enrique, pero al que todos le decimos Quique, encontró y trajo a mi facultad un martes en la tarde. Es uno que compro en un bazar de cosas de anime y quería que lo jugáramos. Estábamos en ese momento Lucy, Danny, Rafa, yo y Quique y comenzamos a jugar. Al principio todo parecía normal, un juego de mesa normal, hasta que le toco tirar a Rafa, una luz verde nos rodeo y cegó. Al despertar, a lo lejos de nosotros había una gran muralla y mucha gente corriendo. Habíamos llegado, sin duda, al mundo de Shingeki no Kyojin, y si queríamos sobrevivir tendríamos que huir y pelear, contra esos horribles titanes come hombres.

Esta es nuestra historia y si hoy la leen es porque sobrevivimos para contarla.

Había un gran titán a lo lejos, un grupo de cinco chicos se había quedado quieto por un momento al escuchar los gritos de la gente del pueblo. Las tres muchachas se asustaron, mientras los chicos se quedaron inmóviles sin saber que hacer.

Enrique: ¡Tenemos que huir de aquí!

Rafael: ¿Pero a donde? Esas cosas nos van a alcanzar aun corriendo.

Enrique vio que Rafael hablaba por las tres chicas, quienes se veían incapaces de correr.

Enrique: Lo se, pero tenemos que ponernos a salvo.

Así que entre ambos chicos guiaron a las chicas a un almacén, donde todos cargaban los tanques de gas de los 3DMG. Sabían que ahí estarían seguros por un rato. Pero no seria por mucho. Al llegar se dieron cuenta de que había ahí equipos, así que decidieron probarlos. Después de que aprendieron como manejarlos, se los mostraron a las chicas.

Enrique: No vamos a pelear, vamos a huir hacia la otra muralla.

Rafael: Y tenemos que movernos rápido de aquí.

Lucia: Bueno, pero, ¿por donde?

Danielle: Aquí hay una ventana. ¡Vámonos!

Los chicos asienten y comienzan a usar los equipos. Iban bien, pero...

(T/N): Rayos. ¡Ayuda! ¡Me atore!

Los chicos voltearon y vieron a su amiga. Se había enredado y uno de los titanes le iba a dar alcance.

Enrique: ¡Tenemos que regresar por ella!

Rafael: No podemos. ¡Muévete!

Enrique estaba muy asustado por su amiga, pues la quería mucho. Ella quería soltarse, pero no podía. Cuando creyó que iba a ser atrapada por ese titán, ella cerro los ojos por miedo, pero nunca nada la alcanzo y un gruñido muy fuerte se escucho, al abrir los ojos, la mano que se había dirigido previamente hacia ella había caído al piso. Una persona, de cabello negro con un corte un tanto raro, había cortado la mano y el cuello del titán. Enrique y Lucia se habían adelantado hacia su compañera para ayudarla a soltarse.