👄Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ X👄

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Abrí los ojos ligeramente

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Abrí los ojos ligeramente. Algunos rayos de luz penetraban a través de mis cortinas. Aún parecía estar oscuro, así que creí que me había levantado un poco más temprano sola.
Me estiré en la cama y me senté al borde ésta. Moví algunos pelos que caían sobre mi rostro para que no me molestaran en mi visión, y tomé mi celular. Aún medio dormida, prendí el aparato y revisé la hora.

-¡Mierda, el despertador no sonó!

Llevaba 30 minutos tarde. Me quería matar, nunca llegaba tarde a ningún lado, y además odiaba hacerlo.
Salté del colchón para recoger mi ropa y libros.
Me vestí rápidamente, me peiné como pude y guardé las cosas que necesitaba en mi bolso.
Mientras me ponía los zapatos me acordé de Karma.

-¡No! ¿Se habrá quedado esperándome?

Revisé mi celular, encontrándome con unos mensajes del pelirrojo.

Fosforito-kun

-Es raro en tí que tardes tanto en venir, así que me ahorro el tiempo de espera
07:19

-Disfruta de tu siestaaaa ;)
07:20

-Desgraciado, sospechaba que me había quedado dormida pero aún así no me despertó... Y con todas las veces en las que lo llamé para que se levantara y no llegara tarde...

Guardé el aparato electrónico en mi bolsillo y, sin desayunar, salí trotando de mi departamento.

Al llegar a la estación, me di cuenta de que había llegado tarde, así que perdí el transporte. El próximo vendría en 15 minutos.
Mientras valoraba el suicidio como una opción, llegué a la montaña en la cual se encontraba la clase 3-E. Revisé la hora:

-8 de la mañana con 22 minutos...

Ya no tenía sentido apurarme, ya que llegaría tarde haga lo que haga.
Arrastré los pies hasta la puerta corrediza de madera que estaba al lado del pequeño cartelito de metal, y la golpeé ligeramente tres veces con mi puño.

-Pashe. -Escuché desde el otro lado del pedazo de madera, una voz. Sonaba como si alguien hablara con la nariz muy tapada.

-Koro-sensei, -Tomé aire.- ¡lamento llegar tarde! -Exclamé, pero cuando me incliné para disculparme y ví el suelo del aula, noté como mis zapatos estaba cubiertos de un especie de moco amarillento. -¿Pero qué...?

-____-shan, ¿cuál esh lah rashón de tu llegada tardeh?

-Sensei, ¿está llorando? -Pregunté preocupada mientras señalaba el rostro del pulpo amarillo.

-¿Eh? ¡No! Esh mi narish, eshtá irritada y llenah de moco por culpa de un gash que tiró Terashaka-kun hoy en la mañanah.

-Ya.. Ya veo. -Dije mientras pensaba:
-¿Nariz? ¡Se ve exactamente igual que sus ojos! - La razón de mi tardanza es que mi alarma no sonó. -Rasqué mi nuca con algo de vergüenza.

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