Feelings; ksj

18

Después de hacerlo me arrepentí. Mis sentimientos por él no son tan fuertes. Tae tiene razón, soy una egoísta que escarbó en una herida abierta. Lo quiero, y me duele que piense lo contrario, sería capaz de muchas cosas por él. Pero simplemente hay alguien más. Jin, la persona que amo.

Alcé mi rostro con los ojos empapados en lágrimas.

— Jimin...

— No es necesario que lo digas otra vez — sonrió, una sonrisa desbastada — Lo sé, me quieres. Todo este tiempo que he pasado a tu lado no fue en vano, logré que me quisieras. Pero no tanto como yo te quiero a ti. No lo suficiente para quedarte conmigo.

Vi sus lágrimas correr. Jimin, lo siento.

— Jihe yo me rindo — rascó su cabeza como un pequeño — Esto es difícil, creo que por eso me enamoré de ti, porque sabía lo difícil que iba a ser conquistarte — volvió a sonreír, esta vez de una forma que me impresionó — Tae me lo dijo, debí haberle hecho caso años atrás y así no hubiera sufrido tanto...

— Jimin...

— Tranquila, quiero que sepas que no me arrepiento de amarte — se acercó y acarició mejilla — Amarte fue lo mejor de mi vida, amiga.

(...)

Siento que mi corazón ahora está tranquilo. Al final pude entender mi corazón, mis sentimientos. Fui tan estúpida al no detenerme a pensar por un momento. Quiero a Jimin y haría cualquier cosa porque esté bien, desde antes, ese chico lindo me gustaba.

Sonreí.

Es que Jimin es alguien tan bueno, fue el único que me extendió su mano cuando me quedé sola. Me entendía mejor que nadie, me cuidaba. Era y será mi mejor amigo.

¿Cómo alguien no va a querer a una persona como él?

— Entonces dejaste al pobre llorando. Eres tan mala — Tae chasqueó la lengua. — Cuando te deje en casa volveré a recoger los pedazitos de su corazón, pobre Jimin.

Lo miré de brazos cruzados, ¿por que es así? Me estresa de verdad.

— Calla y conduce, solo hablas tonterías — reí.

— Escribiré sobre el amor de un chico que terminó hecho añicos, me haré famoso con tanto dolor...

— ¡Kim TaeHyung!

— Ya me callo.

Bien, al fin se calló. Espero que cuando llegue Jin ya esté de vuelta, solo quiero que sepa que lo amo. Y que estaré con él para siempre. Lo prometo.

Tae estacionó el auto frente a la casa. Ambos nos quedamos impresionados al ver a mi padre frente a esta, ¿que hace él aquí? Pensé que jamás lo vería de nuevo, después de haberme abandonado creí jamás volver a ver su rostro.

— Jihe — pronunció mi nombre al verme bajar del auto.

— ¿Necesita alga? — dije con rabia.

— Hija...

— No, no soy tu hija — me paré frente a él — Me abandonaste sin mirar atrás, sin dolor, eso es algo que ningún padre haría. Nos abandonaste, a mi mamá y a mi — no pude evitar llorar — Largo de aquí.

Caminé hacia la entrada de la casa, pero hubo alguien que me detuvo.

— Noona... — alguien me había dicho Noona.

Me volteé y no pude creerlo. ¿Por qué estaba él frente a mi? ¿Por qué me había llamado de esa manera?

— Jihe, ¿que haces aquí?

— Verdad... no me conoces.

— Hola, mucho gusto. Soy Hoseok, Jung Hoseok

¿Jung?

No puede ser...

— Que alivio, tenía tanto miedo de desepcionarte...

No, no tengo ningún hermano. Esto no puede estar pasando.

¿Quién es él?

— Noona, soy tu hermano — se acercó — Siento decirte ahora, pero me dijeron que tenia que esperar por tu bien, pero estoy aquí Noona — sonrió — Tenía tantas ganas de conocerte.

Por eso sacaron a Tae de su trabajo, para que él pudiera conocerme.

— ¿Que es lo que está haciendo? Prometió nunca contarle — TaeHyung interfirió en la conversación.

Esperen, ¿Tae sabía de esto? Por eso el día de la fiesta actuó raro cuando lo vio. Y además... llamó a Jin aquella noche.

— No se puede enterar, no aún...

— Sé más de lo que imaginas.

¡Incluso Jin me había mentido! Todos me habían mentido.

— Espera, ¿has dicho que el director Min es amigo de tu padre?

Fue mi culpa, de una forma u otra, fue mi culpa que echaran a Tae de su trabajo.

— Largo todos — dije y entré a la casa.

Idiota, soy una completa idiota. Nos abandonó porque tenía otra familia. Mis lágrimas salieron sin control. Mamá, ¿que debería hacer? Me siento tan mal, quiero morir. ¿Por qué las personas más importantes me mintieron de esa manera? Incluso Tae, la persona que creí que nunca me fallaría me ocultó todo esto.

Y él, mi padre, nos olvidó por otras personas. Su otra familia.

— Noona...

¿Él también fue engañado? ¿Supo de mi siempre? ¿Por qué no hay nadie aquí para responder mis preguntas? Esto es malditamente doloroso.

— Estoy aquí.

Jin.

Lo miré con ojos llorosos y el corazón roto.

— Estoy aquí para ti, lo siento, por ocultarte todo esto. Disculpa también a Tae y sobre todo, a tu hermano. Él supo de ti hace poco, su deseo era conocerte, verte aunque sea sin que supieras de él.

— ¿Entonces? ¿Por qué decidieron contarme ahora? — pregunté.

— Yo se lo pedí — se acercó — Jihe, pronto ocurrirá, solo quise apresurar las cosas y provocar un cambio en el destino. Solo así puedo salvarte.

Pude sentir los latidos de su corazón en el momento en que los dos nos quedamos callados observándonos el uno al otro.

Su respiración se volvió pesada y sus labios soltaron un pequeño gemido al llorar, Jin estaba llorando.

— Jin... — mordí mi labio, ¿que puedo hacer? No sé que es lo que va a pasar, ¿por qué me tiene que salvar? ¿De qué me tiene que salvar? — ¿Que es lo que pasa?

— Mañana morirás... Tengo que impedir que suceda, tengo que impedirlo como sea.

¿Yo, moriré?