Capítulo 24 "Necesito Hablarte..."

3.5K 240 14
                                    

NARRA POCHÉ

¿Y  qué hace una cuando el dolor no se siente en el pecho sino en el alma?

Cuando Daniela me colgó me sentí la persona más horrible de la historia, siempre odie a Felipe por todo el dolor que le causó a ella y ahora soy yo, la que le está provocando lo mismo.

Sólo espero que Daniela se dé cuenta que todo lo que le dije es porque Felipe me tiene amenazada, no quiere que me acerque a ella y me obliga prácticamente a decirle esas cosas.

Si no soy lo suficientemente dura, Daniela no se alejará de mí, luego veré cómo hago para recomponer las cosas.

Fui hasta la habitación de Willy, necesitaba a un amigo con quien descargarme.

Toqué.

- ¿Willy? ¿Parce, estás ahí? Necesito hablar un poco... - no me contestó, pero sabía que estaba allí, seguro tenía puesto los cascos y no me escuchaba. 

Entré despacio.

Estaba acostado en su cama, boca abajo, con la cara enterrada en la almohada.

- ¿Willy? - escuché unos ruidos que salían de él. - ¿Estás llorando? - me preocupé y me senté en el borde de su cama. Le sobé la espalda y se giró.

Nunca había visto a Willy llorando, tenía toda la cara roja, daba mucha pena, se me partía el corazón.

- Parce... ¿Qué sucede?

- Poché... - susurró y me abrazó. - No quiero... No quiero perderla... La amo mucho... - lloraba acongojado, como si tuviera 5 años, me daba mucha ternura y lástima.

Sabía de quién me hablaba, Willy me contó lo de Juliana en cuanto lo supo, hace como un año, no podía contenerlo él solo, es demasiado peso. Yo nunca le dije nada a nadie, era un secreto de esos que lo cuentas con quien tienes la confianza como la de un hermano. Jamás lo traicionaría.

Lo contuve, le dije que todo iba a estar bien y cuando se recuperó, me fui. No le conté sobre mi problema, ya bastante tenía Willy en este momento. Me hizo pensar que hacemos demasiado drama con nuestras vidas, nos quejamos de pequeñeces sin mucho sentido, cuando existen verdaderos problemas, verdaderos dramas, como el de Guille, su novia está muriendo poco a poco y él debe levantarse con una sonrisa todos los días para hacer videos, esa es una tarea realmente difícil. Sinceramente yo no creo que tendría la fuerza para hacer lo que él hace.

Willy es mi héroe.

NARRA CALLE

Luego de que terminamos de tomar el maldito té, nos despedimos y Felipe me acompañó hasta el departamento, y luego llevó a su mamá hasta el hotel donde se hospedaba.

El casamiento es pasado mañana.

Y realmente no tengo ganas de casarme con alguien quien me maltrató y rompió mi corazón.

Pensando en eso... Tengo que hablar con Poché, algo le pasa y lo averiguaré.

Subí al departamento y sobre la mesa había una nota en donde Juli me avisaba que había ido a hacerse un chequeo al doctor y que volvía a la noche.

No me acostumbro a la idea que juli tiene... una enfermedad.

Me bañé y cuando me bajé miré el ventanal, estaba atardeciendo, la noche se hacía presente y unas nubes se asomaban tenebrosamente anunciando tormenta.

Subí al piso de Poché. Fui hasta su habitación y le toqué la puerta. Luego de hablar con ella iría a ver a Willy, aún nos queda la charla de Juli pendiente.

Toqué, pero sin hablar.

- ¡Willy, pasa! - gritó dentro de la habitación y abrí la puerta. - No eres Willy... - sonó decepcionada.

- Lamento no ser lo que esperabas, pero creo que necesitamos hablar.

- ¿No fui clara cuando hablamos por teléfono?

- ¿QUÉ RAYOS TE PASA POCHÉ? Hace unos días estabas contentísima porque quería empezar algo y ahora me rechazas, si tienes algún problema dímelo y lo arreglamos, por favor - dije casi en súplica. - Sabes, si no quieres nada conmigo lo acepto, pero no entiendo tu cambio de un día para el otro - agachó la cabeza.

La miré fijamente y la obligué a hacer contacto visual. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

- ¿Esto ya terminó?

Y ella con el corazón partido, pero sin mostrar culpa alguna, susurró diciéndome:

- Nunca existió Daniela...

Me di media vuelta y salí por su puerta, casi me voy del departamento, pero caminé unos pasos más y me adentré sin preguntar en la habitación de Willy.

Estaba sentado en la computadora, me miró asombrado, habló unas cuantas palabras al micrófono y cerró todo apagando la computadora.

- ¿Quieres hablar? - me miró con compasión, sabía a lo que venía.

- Por favor... - preparó un videojuego en el televisor frente a su cama y estiró los mandos.

- Ven, acostemonos... - se lanzó sobre la cama y me hizo un lugar para que me acostara. Ambos sabíamos que nunca pasaría nada entre nosotros, quizá en otra vida, pero en ésta, ambos tenemos el corazón en otra persona...

Nos tiramos toda la noche jugando y hablando sobre Juli y Poché.

Cuando nos dimos cuenta eran las 5 de la mañana, teníamos hambre y estábamos muy cansados, Willy me dio algunos consejos sobre Poché. Ella luchó tanto por mí, quizá era el momento en que debía demostrarle que quiero jugármela por ella.

Preparamos el desayuno, comimos juntos y le preparé una bandeja para Poché.

Fui hasta su habitación y entré muy sigilosamente, dejé la bandeja en una de las mesas y me acerqué a ella.

La habitación estaba oscura, se colaba la luz por debajo de la ventana.

Me acosté junto a Poché, podía escuchar sus pequeños ronquiditos, me dieron ganas de reír, pero me contuve.

Se veía tan relajada, tan tranquila, extendí mi mano y le acaricié la mejilla, mis dedos recorrieron su mentón, era tan suave... Comenzó a abrir sus ojos de a poco, cuando se dio cuenta de que estaba allí se asustó, saltó de la cama y cayó al suelo.

Sonó un ruido seco contra el suelo.

- ¡Poché! - me preocupé.

- ¡Daniela! Me asustaste... - se paró y dejó al descubierto un bonito conjunto negro de Calvin Klein.

- Linda pijama - me reí.

- Por suerte no se me ocurrió acostarme desnuda.

- Sí, por suerte... - dije sarcástica, me miró y se rió, como si hubiera leído mis pensamientos.

- TRAJE EL DESAYUNO - cambié de tema.

- Daniela... - se quejó, sabía que venía el sermón.

- NO, escucha tú, Poché - me paré de la cama y la miré directamente a los ojos. - No quiero perderte... Y lo digo enserio. No quiero tener que hablar con nadie más durante las noches, no quiero que nadie más me diga cosas lindas, no quiero que nadie más me haga escenas de celos, no quiero que nadie más me bese, no quiero a nadie más que no seas tú, Poché.



No diré "Te amo" (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora