So Fucking Precious [SixxNeil, Tommick]

01. Rescate

Vince estaba sentado afuera de un prostíbulo, pensando en lo que le había pasado ese día y lo que le gustaría que sucediera. Escuchó a un auto estacionarse frente a él, no le tomó importancia hasta que un sujeto se bajó de él.

— Hey tú, princesa. —Lo llamó un tipo que no pasaba de los 45 años. Vince alzó la mirada y el hombre sonrió.— ¿Aceptas mil dólares? —Vince se puso de pie.

— Yo no trabajo aquí. —Mencionó abrazándose a si mismo.

— No me importa que trabajes aquí o no. —El hombre frunció el ceño mientras caminaba hacia Vince.— Ven conmigo. —Se acercó más al rubio con la intención de tomarlo del brazo, pero un tercero se lo impidió.

— ¡Déjalo en paz! —Del segundo auto salió un hombre mucho más alto que el primero. Por su apariencia podría decirse que es un malandro o algo por el estilo, pero no era así.

— ¿Y tú quién eres? ¡Yo lo ví primero! —Mencionó el otro cumpliendo su objetivo de tomar el brazo del rubio con un brusco agarre.

— Quítale tus sucias manos de encima. —El más alto se encontraba a punto de perder la paciencia y se acercó a los otros dos, sin embargo, el contrario no soltaba a Vince, quien forcejeaba para poder soltarse.— ¿No me oíste, idiota? ¡Dije que le quites tus manos de encima! —Exclamó tomando al más bajo de los tres por el cuello de su camisa para darle un golpe y que así soltara a vince.

Vince no se había podido mover de su posición ya que le temblaban las piernas, y si intentaba caminar, caería al suelo.

— N-no me haga nada por favor. —Tartamudeó el rubio cuando el pelinegro lo volteó a ver.

— No te haré nada, créeme, solo quiero que estés a salvo. —Dijo agarrando la mano del más bajo para poder guiarlo hasta su auto y dejar al rubio en su casa.

— ¿Quién es él? —Preguntó observando a alguien durmiendo en el asiento trasero del auto.

— Es un amigo mío, pero descuida, no creo que te haga algo mientras duerme.—Sonrió de lado luego de posicionarse en el asiento del piloto.— Sube. —Pidió con voz suave.

—¿N-no me hará nada?

— Por supuesto que no. —Sonrió sin dejar de mirarlo. De alguna manera, Vince se le hacía tierno, quizá lindo. Desde que lo vió sintió la necesidad de protegerlo de cualquier mal.

Vince entró al coche y cerró la puerta con la cabeza baja. Nikki encendió el auto y condució a algún lugar que no fuera su departamento ni el de Tommy, pues no quería asustar al rubio.

— ¿A dónde vamos? —Preguntó alzando la mirada para ver el exterior.

Semáforo en rojo.

— Vamos a... —Pausó un momento para pensar a donde irían, pues estaban cerca de su departamento.— A mi departamento. —Soltó sin más. El semáforo cambió a verde y el vehículo avanzó.

Vince lo miró por unos segundos y admitió en su mente que le parecía lindo, pero que también podía abusar de su "confianza".

— Y dime, ¿Cómo te llamas? —Lo miró de reojo.

—Vince. —Respondió sin ganas, pues aún pensaba lo peor.— ¿Y tú? —Lo miró.

— Nikki Sixx. —Dijo orgulloso y se estacionó enfrente de su departamento.

Notó que cuando llegaron, Vince se puso nervioso y bajó su mirada nuevamente.

— Tommy... —Jaló un poco los cabellos del castaño pero este seguía sin despertar.— Vamos Tommy, despierta. —Tiró al mencionado del asiento y por fin despertó.

— ¿Dónde estamos? ¿Quién es él? —Preguntó mirando al rubio quien se había girado para evitar cruces de miradas.

Nikki miró dónde su amigo y sonrió.

— Estamos en mi departamento, y él es Vince, y creo que le salvé la vida. —Rió al ver que Tommy abrió los ojos con sorpresa.— Vamos adentro. —Salió del auto cerrando la puerta para después abrir la de Vince, permitiéndole salir.— Tranquilo, te prometo que no te haremos nada, Vinnie. —Susurró tratando de tranquilizarlo. El rubio sonrió tímidamente y asintió con la cabeza.

Los tres se dirigieron a la entrada del edificio y posteriormente al elevador, donde el ambiente se tornó incómodo.

— ¿Dónde se conocieron? —Preguntó el castaño con inocencia.— Quiero decir, sé que aquí mi amigo Nikki —Lo señaló—, te salvó la vida, pero me gustaría tener detalles.

— Pues ehh

— Lo intentaron secuestrar. —Interrumpió Nikki. Vince bajó la cabeza mientras que Tommy los miraba sorprendido.— De casualidad alcancé a darme cuenta y decidí ayudarlo. —Agregó encogiéndose de hombros.

— ¿Este es el piso? —Preguntó Vince observando las puertas abrirse.

— Sí, aquí es. —El pelinegro salió del elevador seguido de Vince y Tommy.

Cuando entraron a la habitación, Vinnie se sentó en el primer sofá que encontró y se hundió en sus pensamientos.

— ¿Se va a quedar aquí? —Le preguntó en susurro a Nikki.

—Sip. —Nikki se había embobado al ver a Vince de esa forma.— Y tú solo por esta noche. —Sonrió revolviendo suavemente el cabello de Tommy para después entrar a la cocina y encerrarse, no sin antes notar que su mejor amigo había hecho un puchero.

Luego de un par de horas, Tommy se dirigió a la habitación que Nikki le prestaba cuando lo iba a visitar, y este último llevó a Vince a su recámara, pues ahí habían dos camas individuales.