Mil rosas

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Dime... ¿lo recuerdas? Seguramente no tienes presente esos días hermosos que pasamos tomando de la mano o tal ves los besos, tal ves tú no, pero yo si.
Pero comencemos desde el mismo comienzo, cuando empezamos esa historia.

Mis manos teblaron al verte tan cerca de mi, mis emociones eran claras y muy exponentes, sentía mis mejillas al vivo rojo y la expresión que usabas aún era ilegible para mí, mis manos sudaban y tu risa me sacaba ideas preciosas, pero a la ves llenas de miedo que provocaron muchas ideas de terror que sentía que moriría. Estíraste tus grandes manos a dónde mi pecho subía y bajaba, me miraste a los ojos dandome a entender que todo estaría bien, tomaste aquel sobre de entre mis manos, lo abriste y la leíste, me apena el verte así sonriendo y leyendo mis palabras plasmadas en una hoja de papel, finalmente doblaste aquella declaración, y lo guardaste en tu bolso de el pantalón. ¿te acuerdas de tus palabras? yo si, me dijiste:

«Se mi pareja Kim TaeHyung»

La felicidad de inundó por completo, aquel día las emociones en mi cuerpo impedían poder quedarme parado y tan siquiera asemejar todo, era tanta alegría que no me cabía en el cuerpo, sentía mi cuerpo desfallecer, no podía creerlo, la sensación de ser correspondido era gratificante y realmente inimaginable que sentia que moriria... que moriria de felicidad, fue la primera ves que nos besamos ¿Lo recuerdas?

Las emociones siempre fueron recíprocas, mi cuerpo te gritaba cada que no estabas a mi lado y cada que nos veíamos reías y me besabas, completaban a mi ser que pedía a gritos tu tacto sobre mis manos o mi piel, eran suaves, suaves tus labios con los míos, moldes perfectos, parecíamos hechos el uno para el otro, tu palabras y aquellas risas eran hermosas, no puedo aún quitarlas ni olvidarlas y eso es raro, tan raro que me duele, dime ¿Porque me duele?. Mi cuerpo se sentía vacío y extraño si no tocaba el tuyo pero era hermoso el saber que me amabas era hermoso, las sensaciones eran perfectas y únicas, simplemente inigualables, inimaginables.

Pasamos veranos hermosos, llenos de problemas que poco a poco se resolvieron, problemas que poco a poco se volvían monotonía, lo que provocaba que toda la relación se volviera gris y ácida, como si llegáramos a rompernos y separarnos, pero aún así sonreía y te daba el amor que tenía solo para ti, recuerdo nuestro segundo verano, fue el 14 de febrero que me miraste con tus ojos olivo, aquellos en lo que me perdía sin darme cuenta, y tomaste mi mano en aquella sala de fotografías, las fotos aún las tengo, me hiciste una promesa... ¿la recuerdas? se que si porque ahora estas parado aquí, frente a mi con ello en tus manos, tus acciones lo dicen todo Jung HoSeok.

Fue una promesa muy sencilla:

«Un día te regalare mil rosas»

Esa noche de aquella promesa me entregué en cuerpo y alma a ti, sin miedo o problemas, además de dudas o negatividad en mi ser, me cegué por completo con el placer que llegaste a provocar en mi, fue mi primera ves, fuiste dulce y no fuiste brusco, obtuviste todo de mi, mis labios, piel, alma y fui tuyo por completo, te amaba con todo mi ser, con todo de mi.

Sin embargo todo de torno extraño, ya no me sonreias muy coqueto o acogedor,  hubo otros días en que ni siquiera me mirabas, los momentos hermosos se volvieron frios, y estos a su ves se volvieron cada ves más escasos, cada sensación de tu piel con la mía era perfecta, pero se volvieron frías, sin darme cuenta todo cambio... después de 6 o 7 meses me mirabas serio, no me dabas cariños o amor, tus acciones eran extrañas e inclusive me sentía incorrecto ¿cuál es el problema? no lo sabía, mis manos tomaron más tuyas un año después, me miraste gris y triste.

- ¿que sucede? - no miraste mis ojos y solo tomaste mi mano, la sentí fría, la senti llena de tristeza, no transmitías amor, te sentí lejano y fue cuando entendí todo.

Aquella ves fue la última ocasión en la que te mire con una sonrisa dirigida a mi, el corazón me dolió mucho, tus besos desde ese día ya no me pertenecían, tus labios y palabras dulces fueron para alguien más, alguien que no era yo, las emociones siempre dolían al verte sonreír en las fotos de alguien más, su sonrisa dolia y los besos suaves que le dabas cuando le llevabas a nuestro lugar, aquel lugar en el lago, aquella banca especial... Ya lo no era para ti, pero para mí... Para mí lo eran todo.

¿Porque la llevaste a nuestro lugar? ¿tan poco te importe? y las fotos subidas a tus redes sociales... No podía verlas porque dolían.. pero aún así me torturaba y las seguia viendo.

Día a día miraba las fotos, frías y sin vida que se volvieron recuerdos tan dolorosos que dolían muy dentro de mi corazón, ahora dime ¿dónde quedo esa promesa de darme mil rosas? jamás la ví, jamás la cumpliste, pero mi esperanza creía que la cumplirias, que tonto, parecía un niño esperando a algo que nunca llegará.

10 meses después todo fue tranquilo, justamente era 14 de febrero, miraba las fotos y la felicidad que compartías, mi madre subió a mi recamara aquella tarde y solo me pidio bajar a comer, yo le negué suavemente y ella lloro saliendo, no comía con la familia desde entonces, no reía e incluso JiMin dejo de hablarme por solo ser simple y aburrido, pero yo me consideraba roto, vacío, sin brillo. Miraba una foto que había en mis manos, ¿sabes de qué era? no, supongo que no, la cama estaba vacía a mi lado, ya no era cómoda y solo la sentía cruda, yo estaba en mi escritorio, la foto era simple, eramos los dos... besándonos.

Me canse, simplemente desee dormí aquella ves y así lo hice, cerré mis ojos, descanse.

Abrí mis ojos suavemente ¿sabes que sentí? nada, no sentí nada, poco a poco una tranquilidad se apoderó de mi cuerpo, mi serenidad me llevaba en todo, me pare corriendo y baje a con mi madre, la observé llorando, inmediatamente me acerque a ella tome sus manos pero no me hacía caso, le rogué que me mirara pero quedó callada y sometida en llanto - ¿depresión? - fue cuando me di cuenta de que no estaba sola, el médico de la familia se encontraba sentado frente a nosotros. - no hay más por hacer. - fue cuando comprendo completamente la situación que tenía.

Subí las escaleras corriendo para poder entrar en mi habitación ¿sabes que encontré Jung? mi cuerpo, ahora entendía mi completa tranquilidad, mi completa paz, pero no podía llorar... simplemente no podía ¿Porque seguía aquí? ¿Porque no podía irme y dejar este mundo material? Fue cuando lo supe, necesitaba que alguien me pidiera perdón, rei por ello porque dentro de mi sabía perfectamente que nunca recibiría el perdón de un ser como tú, Jung HoSeok.

Días después el funeral se hizo, caminaba entre los árboles de aquella gran parte lisa de pasto recién cortado, el sol se había ido hace días y no regresaba, diario miraba a mi madre llorar, veía mi cuerpo pero no lloraba.

Todos se habían ido, nadie se encontraba ahí, estaba apunto de tomar camino a la nada hasta que te ví de lejos, mis ojos te miraron, el como caminabas vestido de negro y portando en manos una rosa roja.

- Hola Tae - dijiste suavemente a la tumba de tierra aún. - fui un idiota ¿no? - no quería escucharte, estaba a punto de irme. - perdón. - te mire. - jamás deje de amarte... simplemente no podia, jamás supe de ti, siempre fui a los lugares con la intención de verte... nunca te ví.

»dime... ¿Te acuerdas de mi promesa? - quede quieto mirándome. - mil rosas taetae, mil rosas te traje. - ví como llegaba una camioneta negra y al abrí su parte tracera observe rosas, todas y cada una de ellas, preciosas, únicas... Todas y cada una de ellas devoraron mi sepultura. - 999 rosas... Mil rosas - dijiste dejando la última de tu mano. - mil rosas Taetae. - caiste de rodillas y mi corazón latio mientras tú llorabas. - te amo. - mire la tumba... Parecía cama de rosas.

Cumpliste tu promesa... Tu promesa de mil rosas.

Mil Rosas [ʲᵘⁿᵍ'ʰˢ & ᵏⁱᵐ'ᵗʰ]Where stories live. Discover now