¿Me lo puedo coger? /Emiliaco

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Joaquín

Me dirigía a la ducha a tomar un baño, estaba en boxer, me regresé porque había olvidado mi toalla, en el pasillo me encuentro con mi hermano y un amigo de él, mi hermano le tapa rápido los ojos a su amigo, se me hizo raro, somos hombres no tiene nada de malo, a lo que entré a la habitación escucho que el amigo de mi hermano le dice "¿Me lo puedo coger?", Después de eso escuché un golpe.

Sí, mi hermano mayor lo había golpeado.

Desde que llegué de vacaciones a la casa de mi mamá lo único que a hecho mi hermano es mantenerme alejado de sus amigos, sobre todo por el hecho de que yo soy gay. Según él teme que sus amigos me intenten hacer algo, vamos, ¿No suena ridículo eso? No es como que yo me voy a dejar.

-Harry ¿No has visto dónde dejó mamá las toallas? Es que no las encuentro.

Hablé mientras entraba al cuarto de mi hermano que estaba a un lado del baño, recalquemos el hecho de que yo aún seguia en bóxers.

- ¡Diablos Joaquín toca la puerta, o al menos pone algo que te cubra!

Habló exaltado mi hermano mientras volvía a cubrirle los ojos a su amigo y este solo gruñía.

Ruedo los ojos.

-Harry por Dios, somos hombres, el hecho que yo esté así no tiene nada de malo, así que ya deja de cubrirle los ojos a tú amigo y dime dónde están las toallas.

Mi hermano rueda los ojos y bufa. Quita sus manos de los ojos de su amigo y se levanta a su armario.

Volveo a ver al amigo de mi hermano, y mis ojos se topan con una mirada chocolatada y una cabellera rizada y castaña. Este se levanta para acercarse a mí, me extiende su mano y dice:

- Un gusto. Soy Emilio Osorio, y ¿Tú?

Podría decir que me derretí un poco al verlo, y tal vez me sentí intimidado por su altura. Era guapo, y mucho, de eso no hay duda.

- Joaquin Bondoni.

Estrecho nuestras manos, mientras ambos nos sonreímos. Por unos segundos nos metimos es una pequeña burbuja, hasta que el bobo de mi hermano decide romperla cuando le avienta un desodorante en la cabeza y grita un:

"¡Aléjate de mi hermano nido de pájaro!"

Haciendo en ambos nos separemos; uno por el susto y el otro por el dolor que sintió, mientras corre hacía dónde estoy y me saca de habitación dándome la toalla en la mano y cerrandome la puerta en la cara.