One-shot: A mi mejor amigo

317 40 102
                                    

Sentí miedo al principio. Miedo de que hubieran sustituido a mi mejor amigo por un monstruo. Lo siento por esos primeros momentos de desconfianza, Kaneki. Estaba asustado. Tú no me habías contado nada, y sabía que tendrías que matar a personas para sobrevivir. Si eras capaz de eso, ¿qué me decía que no fueras a alimentarte de mí en cualquier momento?

Pero ni siquiera así pude alejarme. Porque te amaba, Kaneki. Me enamoré de mi mejor amigo; yo, que nunca había tenido problemas para conquistar a quien quisiera. Fui a enamorarme del único que no podía corresponderme.

Sé que amas los libros y a las chicas que no te ven. Ese eres tú. El niño indeciso que conocí en primaria, incapaz de hablar con los demás debido a la vergüenza que le daba. El niño que escondía su dolor tras la cubierta de una buena historia. El que lloraba en silencio, pensando que nadie se daría cuenta.

Pero yo he estado a tu lado, Kaneki. He sentido mi corazón romperse cuando estabas triste, he deseado desesperadamente protegerte de todo. Vivimos en un mundo lleno de crueldad donde la gente como tú muere.

¿Por qué? ¿Por qué no te dije todo eso antes? La sangre me mancha el pecho y no puedo hablar, ya es tarde. Es tarde para decir te amo. Nunca lo verás, ¿cierto? Nunca sabrás lo que sentí por ti.

Sonreiría si no doliera tanto.

Desde pequeños decidí que mi misión sería crear un mundo amable para ti, uno donde el sufrimiento y el miedo desaparecieran. Antes de que se empezara a hablar de Ghouls, pensaba que bastaría con cambiar la forma de pensar de la gente. Tenía libretas llenas de ideas, pensamientos filosóficos que me enorgullecían, justo al lado de los bocetos de tu sonrisa. Te dibujé miles de veces. Me torturaba la consciencia de estar jugando con mi propio corazón, pero no podía dejar de amarte.

¿Qué es lo que tenías? Te encerrabas en tu mundo y ponías una barrera a cualquiera que quisiera acercarse. ¿Por qué? ¿Te daba miedo ser herido una vez más? Yo nunca lo habría permitido. Eres la flor de la noche, Kaneki. En la oscuridad, muy pocos pueden percibir tu belleza; pero basta con verla una vez para empezar a vivir por ella.

Sin siquiera darme cuenta, dejé de ir de fiesta y quedar con chicas. Todos ellos eran ruido, un ruido que me distraía de ti. Tú eras lo único que importaba. Cuando no estaba a tu lado, te observaba de lejos; seguía tus movimientos, vigilaba tu espalda. Llegué a pasar más de una noche en vela esperando que me llamaras.

Y entonces salió en las noticias. Los Ghouls, seres que se alimentaban de carne humana, que vivían en la sociedad, imposibles de distinguir. No supe qué hacer. Era evidente que no podrías pelear tú solo contra uno de ellos. Tu condición física no era tan buena como la mía, y ni siquiera estaba seguro de que yo fuera a poder. ¿Cómo eran los Ghouls? ¿Cómo iba a protegerte, Kaneki, de algo tan monstruoso?

Mamá se preocupó por mí. Era la primera vez que me veía llorar un día, y al otro, y al siguiente. Lloraba de pura impotencia. Odié mi debilidad. ¿De qué servía que quisiera salvarte si no era suficiente?

Pero el tiempo fue pasando y ningún Ghoul te atacó. Logré convencerme de que, si nada había pasado hasta entonces, el peligro debía de ser menor de lo que creía. Me relajé. Seguíamos quedando en tu café favorito, tú me contabas de qué iba el libro que estabas leyendo y yo te exigía que salieras al mundo. La rutina era agradable.

Ya había entendido que el deseo de tenerte entre mis brazos no era más que un sueño. Hay cosas que nunca cambian, Kaneki, y tú eres una de ellas. Eso asumí. Siempre se mantendría la distancia que ponías entre nosotros; no habría besos, no haría el amor contigo, aunque lo deseara tanto que dolía.

Había días en los que mencionabas alguna frase del libro y se te iluminaban los ojos, y yo tenía que reprimir las ganas de llorar. No lloraría delante de ti. No podía ser débil delante del chico al que quería proteger.

Pero tus ojos eran tan hermosos.

Me enamoraba más cada vez que sonreías.

Sonríe ahora, Kaneki. Sonríe mientras me muero, para que pueda verlo una vez más, para que el dolor desaparezca. Estoy muriendo en tus brazos. ¿Me amas? ¿Me amas? Te amo. Di que tú también, aunque sea mentira. Déjame creer... Llévame a casa.

La esperanza que no sabía que aún tenía se desmoronó cuando me confesaste que te gustaba una chica del café. Me la mostraste, y era perfecta. Atractiva. Parecía inteligente y leía, como yo no hago, exactamente como te gustan. Traté de reprimirlo, pero el egoísmo me llevó a decirte que era demasiado buena para ti. ¿Cómo pude decir eso? No quería que te alejaras, pero nunca debí mentirte.

Porque nadie te merece, Kaneki. Ni siquiera yo. Estás a otro nivel, al nivel de la luna. Distante, inalcanzable, mientras persigo tu reflejo en el agua. Nunca voy a conseguirte. He sido tan ingenuo.

Me duele el pecho, Kaneki. No puedo respirar. Quiero seguir viendo tus ojos, pero todo se oscurece. ¿Estás aquí? Dame la mano, por favor. Por favor. Tengo frío.

Te estás yendo. Me estoy yendo. No quiero... no quiero. Agárrame fuerte, Kaneki. ¿Te has levantado? ¿Aún respiro? No puedo sentir los latidos de mi corazón... No puedo sentir nada...

Pero ¿de qué me quejo? Tú has sufrido mucho más. Traté de protegerte y fracasé. Te convertiste en Ghoul. Supe que te perseguían, pero estaba tan asustado... Te torturaron. Te torturaron, y yo me quedé sin hacer nada, porque no podía, porque era sólo un humano. Pero tú sobreviviste.

Has crecido mucho, Kaneki. Sé que eres fuerte. Sigue adelante; yo ya no puedo estar contigo. No siento nada. Está frío y oscuro. No duele. Suenan helicópteros por encima de nuestras cabezas, muy arriba, tan arriba. ¿Dónde estás tú?

¿Estoy en casa? No me sueltes.

No me dejes todavía. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 18, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Siempre, amigo, proteger [Tokyo Ghoul: Hide × Kaneki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora