Red String [Min YoonGi]

Capítulo 26: Lonely

Al amanecer mire mi reflejo en el espejo para notar como mis ojos estaban hinchados por mis largas horas de llanto que aún no podía controlar, me habían hablado para desayunar pero no tenía hambre, lo único que quería hacer era estar acostada en mi cama y pasar todo el día descansando, estar en mi habitación es una tortura, tenía fotos de nosotros juntos, sin darme cuenta ya estaba llorando de nuevo al ver todas nuestras fotos juntos.

No podía estar en un lugar rodeada de tantos recuerdos. En una gran bolsa negra comencé a poner todas la fotos y pequeños recuerdos que me mantendrían unida a él, con cada cosa que caía en esa bolsa mi corazón se sentía más vacío, estoy llena de él...

— ¿Qué es esto? - preguntó mi mamá mientras sostenía la bolsa.

— Es basura - le contesté aguantando las ganas de llorar, no quiero llorar frente a ella.

Me encerré de nuevo en mi habitación quedándome dormida, me desperté al escuchar que tocaban mi puerta, al abrir la puerta y ver que era JiMin le sonreí, no quería que el se preocupara, el con su mirada recorrió todo mi cuerpo en el momento que sus ojos conectaron con los míos supe que ya no podía sonreír más, JiMin no dudo un segundo se acercó abrazándome, no dijo ni una palabra, solo me proporciono el apoyo que necesitaba en este momento.

— Me iré - le susurré.— No quiero estar más aquí.

— ¿Qué? - el preguntó sorprendido.

— Duele estar aquí, no quiero más este dolor - sentí como las lágrimas caían por mis mejillas

— HaNeul...

— Me iré mañana.

JiMin y yo no viviríamos juntos, yo había escogido un departamento que quedara cerca de la universidad de medicina y de ese punto hasta el de la escuela de danza en la que JiMin había quedado estaban en dos puntos completamente distintos, aún así sabíamos que nos veríamos lo máximo posible.

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Todas mis maletas ya estaban dentro del carro, estaba por subir al carro cuando la mamá de YoonGi llegó corriendo abrazándome, no rechazaría su abrazo, lo que sucedió entre YoonGi y yo esta aparte de nuestras familias.

— Los primeros días viviendo sola pueden ser difíciles - ella me entrego una bolsa, dio un paso atrás para sonreírme.— Enfócate en tus estudios y lograrás grandes cosas.

Le sonreí para así subirme al carro y comenzar con las largas horas de viaje por carretera hasta llegar a Seúl. Dormí durante todo el viaje, era lo mejor que dejar que mi cabeza comenzara a dar vueltas y me llenara de recuerdos. En cuanto llegamos a Seúl y subimos hasta mi apartamento lo primero que hicimos fue ir al mercado a comprar la cosas que me hacían falta.

— ¿Segura que no quieres que nos quedemos? - mi mama preguntó.

— No quiero que mi papá maneje de noche, ademas tienen pendientes en DaeGu, no se pueden quedar - le sonreí.

— Nos puedes marcar en cualquier momento, siempre te contestaremos - mi papá se acercó abrazándome.

Cuando finalmente estuve sola mire a mi alrededor y me estire, rápidamente comencé a acomodar las cosas que hacían falta, al terminar me coloqué mi abrigo y salí por la ya oscurecida noche en Seúl y comencé a caminar viendo que es lo que tenía cerca de mi apartamento.

Min YoonGi

— Lo haces mejor cada día - Le sonreí al pequeño Won, un niño de 9 años que tomaba sus clases de piano conmigo.

— ¿Qué le pasó a tu mano? - El señaló mi mano que estaba vendada.

— Me caí mientras andaba en bicicleta - le contesté.

— Yo aprendí a andar en bicicleta a los 7 y nunca me he caído desde entonces, eres tonto - su honestidad me hizo reír.

— Entonces me tendrás que enseñar a no caerme - le sonreí para después seguir con la clase.

Cuando termine con la clase comencé a caminar sin rumbo, mi teléfono estaba apagado ya que no quería que nadie me molestara, sabía que GaYeong se molestaría conmigo y eso llevaría a una discusión que no quería tener.

Al cerrar mis ojos el rostro de HaNeul aparecía en mi cabeza, ella me odia, pero es algo que yo busque crear dentro de ella. Ella es un ángel indefenso y yo soy todo lo contrario, somos dos personas completamente distintas que se encontraron y dieron lo mejor del otro por mucho tiempo, en algún momento uno de los dos se marcharía.

HaNeul se iría a Seúl y yo me quedaría para después irme a Nueva York ¿Qué lógica tiene mantener una relación a distancia? Este era el momento indicado para decir adiós y no llorar la distancia entre nosotros. Quisiera que HaNeul hubiera estado dentro de mi cabeza en el momento de nuestra pelea y fuera capaz de notar que todo lo que yo decía era una mentira, que aunque le decía que no quería que no existiera en realidad estaba diciendo "no te vayas". Ella no es para mi y yo no soy para ella, se que entre más tiempo permaneciéramos juntos más la lastimaría y no podía permitirme eso.

Al llegar a mi casa noté como mis padres y hermano estaban en el comedor, fui directo hacia ellos sentándome a comer con ellos, sabía que mi padre estaba molesto conmigo y que mi madre estaba asustada de lo que fuera a pasar conmigo.

— HaNeul se fue a Seúl - mi madre hablo, solo llene mi boca de comida huyendo de la situación.

Enero 2013

Me desperté por el sonido de un claxon, al tomar mi celular noté que ya era más de medio día, aún tenía que acostumbrarme a la diferencia horaria, con pocas ganas me dirigí al baño para darme una ducha y poder despertar. Después de prepararme un ramen instantáneo comencé a responder los mensajes que mi familia había mandado.

Agarre mis cosas y comencé a caminar hasta llegar al centro de Nueva York, estaba rodeado de personas hacia donde fuera que volteara, tantas personas caminando, hablando o tomándose fotos, hacia donde volteara miraba algún espectacular de algún artista presentándose o de algún musical. Sacudí mi cabeza en el momento en que me di cuenta que estaba perdiendo mi camino original. Saque mi celular checando por segunda ocasión la dirección a la cual tenía que dirigirme. Al llegar al estudio calme mi respiración para así entrar y ver cómo una chica rubia me saludaba.

— Vengo por la solicitud de trabajo - hable intentando sonar tranquilo.

— ¡Genial! Déjame revisar tu solicitud - la chica tomo mi folder y comenzó a revisarlo.— ¿Como pronunció tu nombre? - la chica preguntó con una leve risa.

— YoonGi - le repetí algunas veces mientras ella intentaba atrapar la pronunciación correcta.

— Todo parece estar en orden, YoonGi - ella pronunció con un poco de duda mi nombre pero le asentí dándole a entender que lo había hecho bien.— Nosotros te contactaremos para una próxima entrevista.

— Gracias.

Salí del primer estudio, aún tenía que entregar mis otras cinco solicitudes, definitivamente el día de hoy mis pies terminarían a doloridos.

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Fernanda💅🏻