Historia VI

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Sinopsis: El Día de San Valentín es una vez al año, pero hay 364 días que "No Son San Valentín" y Denki aprovecha todos y cada uno de ellos.  
Advertencias: NSFW, smut, explicito, contenido adulto. 

Número de Palabras: 3060

[...]

En su apartamento la cocina y la sala comparten el mismo diminuto espacio, y son la amalgama perfecta que los representa. En un extremo está el estante con la tele y varias consolas de videojuegos, una hilera de muñecos coleccionables, una diminuta mesa de centro y un sillón de tres plazas tan grande que es obvio que la persona que lo escogió no se tomó la molestia en medir la habitación. Al otro lado está la barra de la cocina que usualmente deslumbra por su concepto minimalista pero si te tomaras la molestia de hurgar entre sus estantes y cajones encontrarías una organización impecable con un montón de piezas únicas cuya utilidad terminaría por sorprenderte, sin mencionar que todos los electrodomésticos son de acero inoxidable y de primera categoría.

Ambos espacios coexisten como piezas que aceptan su individualidad ateniéndose a una serie de reglas que facilitan la convivencia. Dos de ellas son absolutas: No mover los muñecos coleccionables y siempre tener el fregadero limpio.

Es entendible entonces la irritación de Katsuki cuando al llegar lo primero que ve es una hilera de trastes sucios en la encimera de la cocina. Mierda, piensa y la sangre se le sube a la cabeza inflamando su mal humor. Tras diez horas de trabajo lo último que quiere hacer es llegar a casa y limpiar un desastre que no es suyo.

—¡Denki! —grita lanzando sus cosas sobre el inmenso sillón y avanzando derecho hacia la recamara—. ¡Maldita sea! ¡Te he dicho- eh!

Su mundo se ve repentinamente sacudido cuando alguien lo sujeta de la pechera de su chaqueta para hacerlo girar; termina cayendo sobre la cama enderezándose casi de inmediato para enfrentarse a su atacante y cuando lo ve se detiene. Su atacante no es otro más que Denki. Un Denki desnudo. No, corrección, un Denki semidesnudo.

—¿Qué estás haciendo? —pregunta Katsuki sin dejar de mirar. Sus ojos van desde la sonrisa sugestiva en el rostro del chico hasta la gargantilla negra que contrasta con el color de su piel, descienden por su pecho desnudo y su abdomen ligeramente tonificado hasta la tanga negra que se aferra a sus caderas dejando a la vista un rastro de pelusilla rubia que se difumina tras la tela.

—Había oferta de chocolate —responde Denki como si eso fuera explicación suficiente, entonces se inclina para empujarlo de nuevo contra la cama antes de inclinarse para quitarle los calcetines. Lo hace con calma masajeando la planta de sus pies en el proceso—. Lo que sobra de San Valentín, ya sabes —añade.

Con los codos sobre el colchón y el cuello torcido, la única concesión que hace Katsuki ante semejante falta de explicación es acomodar el trasero y abrir las piernas.

—No me gusta el chocolate —dice— y no celebramos San Valentín.

—Tú nunca celebras nada —responde Denki con calma mientras sus manos ascienden por sus talones masajeando sus tobillos con ambos pulgares—. A mí en cambio me agrada darme un gusto de vez en cuando. Así que he comprado chocolate con nueces y pasas y con licor. Esos últimos son mis favoritos. Te lo digo como información general. Te he comprado también unos chocolates picantes de los que te gustan. Que conste que no son chocolates de San Valentín porque San Valentín ya pasó.

—¿Esto qué tiene que ver con los trastes sucios en la encimera de mi cocina?

—Ahhh, para allá voy —las manos de Denki se cuelan bajo su pantalón y masajean la parte baja de sus pantorrillas con movimientos circulares aligerando la tensión en sus músculos—, es que también he comprado un fondue de chocolate y tuve que hacer varias pruebas hasta obtener la consistencia adecuada.

Oxímoron [Bakukami]Where stories live. Discover now