Pequeños Secretos

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ADA

«Una mujer se mira en el espejo. Solía hacerse llamar Ada Wong, pero esta mañana va a decir adiós a su nombre.

No volveré a ser Ada Wong, se toca el abdomen y piensa, esta es la marca de Ada Wong, no la mía.

Y, mientras dice adiós a Ada Wong, no puede evitar derramar algunas lágrimas, sin embargo no tiene mucho antes de su próxima misión»

—Solamente debo ser más cuidadosa y nada malo nos sucederá— dijo colocándose el largo vestido rojo con detalles dorados. —Esta es la última misión por un tiempo— tras decir esto suspiró y con su muñeca se secó algunas lágrimas que habían recorrido sus mejillas.

—Agente Wong— la llamaron a la puerta.

—Ya voy— dijo desde adentro y caminó hasta la cama en donde se encontraban los zapatos, los cuales se colocó y rápidamente salió sin antes tomar sus cosas.

»RESIDENT EVIL: SECRETO«

Después de la misión, regresó a Tatchi, la ciudad en la que vivía y en la que permanecía escondida, Ada llegó a su departamento y rápidamente se bañó. Después de esto, caminó solo cubierta por una bata de seda roja, entró en su habitación y, desde su armario, tomó el camisón corto un poco más oscuro que la bata, se quitó lentamente la bata y la dejó caer al suelo.

Se miró unos segundos en el espejo y se llevó las manos al abdomen, a los treinta y cuatro años nunca pensó que estaría en ese estado, menos aún que esto hubiera sido causado por solo una noche, de muchas, con un hombre joven con ojos azules claros y cabello castaño claro. Nunca pensó que pasar esa noche con Leon Scott Kennedy causaría esto, un embarazo.

Sacudió la cabeza tratando de no pensar en eso, tomó el camisón y se lo puso, caminó hacia la cama, después de cubrirse con las sábanas de seda, permaneció allí, sentada e inmóvil, atrapada en su mente que revivió esa noche, tal vez el destino los había reunido de nuevo y eso era lo que tenía que pasar, lo que resultó en esa pequeña criatura que Ada ahora llevaba en su útero que la hizo temer lo peor.

No era lo suficientemente fría para abortar a ese bebé sin pensar más de una vez en la situación, y menos aún si era el hijo del hombre del que se enamoró estúpida e incondicionalmente en unas pocas horas y años de caminos cruzados.

Leon era la única excepción que parecía existir y ella no podía controlarlo.

»RESIDENT EVIL: SECRETO«

Y así pasaron seis largos meses, completamente sola cuando dejó la compañía después de excusarse con enfermedades y asuntos personales, y esa mañana no sería diferente a ninguna otra.

Se levantó, con dificultad caminó hacia la bañera, abrió la llave, la dejó llenar, se desnudó y entró, sus músculos se relajaron y permaneció inmóvil durante unos segundos, luego, lenta y cuidadosamente, acarició su abultado vientre.

—Solamente falta un mes, querido— dijo sonriendo.

Sintió que el bebé se movía dentro de ella, era lo más hermoso que le había sucedido y que, a pesar de sentirse sola a veces, ese bebé le recordaba que tenía a alguien más en su vida, ahora lo tenía a él, el pequeño Kennedy.

Aunque obviamente no llevaría ese apellido, Leon no sabía sobre la existencia de Scott, por lo que ella le daría su apellido, Scott Wong.

Tal vez era atrevido de su parte usar el segundo nombre del agente, pero no lo llamaría igual o sería aún más obvio, 'Scott' sería su pequeño recordatorio del único hombre al que le permitió entrar en su vida.

Resident Evil: Secreto (primera parte)Where stories live. Discover now