VII

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La obsesión de ser correspondido.

El reflector alumbró el centro del kabuki, iluminando a una sola figura maquillada como fantasma. Su presencia resultó tan hipnotizante que hizo que los espectadores contuvieran el aliento, alargando el silencio, permitiendo que la atención no se despegara del solitario escenario en ningún momento.

La música comenzó a retumbar mediante los actores empezaron a aparecer en escena, acompañando en la dramatización al protagonista fantasmagórico, interpretando cada uno su papel a la perfección.

Escuchó las reacciones de sus amigos a su lado; Aoi en su costado izquierdo se ahogaba en expresiones de asombro, sonriendo ante tan espléndido trabajo y vestimentas, asintiendo con satisfacción mientras que su novio junto a ella tomaba notas de todo aquello que le gustaba a su chica sin prestar real atención al acto. La mayor atracción de su vida estaba jugando con una de las mangas de su camisa y con los ojos clavados en el escenario, era toda la fascinación que necesitaba en su vida.

Al lado del pelirrojo, Kou ladeaba la cabeza hacia un lado, mortificándose en silencio por el hecho de no poder comprender nada sumado a que la temática principal en cuestión no era algo que le gustara, sin embargo tenía que admitir que el teatro en sí le atraía de sobremanera, por lo que sobrellevaba la confusión haciendo anotaciones mentales sobre los comportamientos en la escena y la gracia con la cual cada actor interpretaba su papel. Quien sabe, quizás podría animarse a un próximo reclutamiento en la escuela.

Sintió un par de saltitos alegres a su lado derecho, no teniendo que girar la cabeza para saber de quien se trataba. Amane chocaba contra su hombro cada vez que se emocionaba con algo de la interpretación, ella le respondía con una sonrisa nerviosa, pero enternecida por el comportamiento infantil de su tranquilo amigo.

Encontrando un hueco entre sus dos personas favoritas en el mundo, tomó el folleto donde recitaba el objetivo de la obra y otras generalidades sobre la misma. Con mucha dificultad en su vista debido a la falta de luz para los espectadores de tal forma que toda la atención recayera en los artistas del teatro y no en el compañero de al lado o siquiera en algo que se encontraba entre sus manos.

Apenas pudo leer de nuevo el argumento de la presentación. Un errante fantasma terminaba enamorándose, casi al borde de la obsesión, de una sobre-protegida princesa, una doncella que ya tenía toda una vida predispuesta y aunque le hacía falta adrenalina en su vida, podía asegurar que era plenamente feliz. Por supuesto, hasta que el espectro apareció en su vida.

Aquel ser había descolocado todo su mundo y, llenándole la cabeza de lisonjas sobre el mundo exterior que se perdería al lanzar raíces y encerrarse para siempre en su hogar, la orilló a abandonar su palacio para que viviera al máximo su vida.

Su familia próspera y cariñosa que solamente deseaban lo mejor para ella, entonces se tornaron como los villanos en la vida de la princesa, actuando severamente sobre sus cambios de actitud y negándose a dejarla partir de su hogar de esa forma tan rastrera y deshonrosa sólo porque alguien había salido de la nada susurrándole promesas vagas; mientras que el fantasma continuaba insistiéndole en que viniera con él, como si realmente no fuera la gran cosa y se tratara de algo divertido y emocionante. Cegándola en el camino.

Una cosa llevo a la otra, sintiéndose rechazada por su familia al no querer brindarle la oportunidad de viajar con su amado y siendo plenamente apoyada por su querido fantasma, tomó la decisión de abandonar todo aquello que había conocido, e ir con él.

Limerencia (JSHK AU)Where stories live. Discover now