Un Buen Profesor

Capítulo 11

-Ana- pienso con mucha extrañeza en el mismo momento que estoy a punto de sufrir un infarto, -¿esto tiene que ser una broma, como puede ser ella?- mi cara cambia al ver como busca su móvil entre sus cosas y en ese mismo instante me quedo como si estuviera sufriendo de un ataque al corazón.

-¿Cómo puede ser posible que sea ella?- siento como si mi mente fuera a estallar una vez más solo de imaginarme que todo este tiempo ha sido ella y que por idiota no me había dado cuenta pero, -¿y si no es solo ella en realidad?- en estos momento siento un vorágine de emociones y sentimientos corriendo por todo mi cuerpo y es que no es para menos con el hecho de solo imaginar que esto puede ser más grave de lo que pensé.

No puede ser, trato de convencer a mi cerebro de que no, que esto no me puede estar pasando a mí, pero su negativa es tan evidente porque lo único que hace es conjeturas y atar cabos sueltos, con razón es que nunca la encontré entre los números de los estudiantes, porque estaba buscando mal, por eso era que siempre llevaba un paso delante de mí, porque me concentré tanto en que podía ser uno de los alumnos que me olvidé de que podría haber sido ella.

Es que es tan obvio, claro que quería hacerme entender que era Elena, ella salió de su oficina con dirección a la mía y ahí aprovechó para enviarme ese mensaje y así despejar las dudas y hacerme creer que era ella, pero, ¿Por qué hace esto? Es que si me pongo a pensar desde el primer día que me llegó ese video ella apareció minutos después y es que todo concuerda.

Siento como mi expresión cambia al darme cuenta de esto, y me quedo expectante al verla mientras sigue buscando, si quería sorprenderme creo que el que acaba de sorprenderla he sido yo y no de muy buena manera.

Sonrío para mis adentro cuando la veo que ya lo ha encontrado y en ese momento muevo lentamente hacia delante mis manos con la intención de mostrarle mi móvil y hacerle saber que la ha descubierto y literalmente me caigo de espalda al escuchar lo que dice cuando contesta la llamada.

-Si hola, mamá, ¿qué ha pasado?-

Uffffffff, me falta el aire, siento como si me voy a morir, estoy a punto de un colapso, quiero decir algo pero es como si estuviera teniendo un ataque de asma, mi cuerpo no responde, mi mente tampoco, trato de que no se den cuenta de la crisis que estoy teniendo en esos momento y enfoco la mirada en Elena para evitar morir prestándole atención a Ana.

¿Cómo puede estar esto pasándome a mí?

-Sabes me parece muy buena tu idea, creo que estaría bien y así le informo de alguna novedad que suceda a los maestros- me dice Elena mientras me ve a los ojos.

Yo en cambio sigo privado sin saber que decir y creo que mi cara lo dice todo porque ella de una vez se da cuenta.

-¿Te pasa algo?, Estas pálido- vuelve a decirme mientras yo trato de respirar porque sigo sin poder.

Sigo, pasmado e incrédulo ante la situación, mareado, con el pulso súper acelerado -pero si estaba seguro de que era ella, y todo concordaba, ¿cómo puede ser que no lo sea?- mi mente sigue martillándome por lo inverosímil que me resulta todo, extático, preso de esa irrealidad, trato de hacer algo pero no puedo.

Incrédulo aún por la situación muevo de manera disimulada mi móvil hacia delante para poder confirmar y es un balde de agua fría, en efecto, mi desconocida no ha contestado, y sigo haciendo la llamada a lo que ya se me ha convertido en un dolor de cabeza.

Elena sigue mirándome mientras estoy inmóvil sin saber qué hacer, mi tensión va subiendo cada vez más en mi desesperado intento de reaccionar y no poder conseguirlo, busco una forma de salir de esto pero sigo en las mismas, se me ha hecho imposible.