Una serie de eventos desafortunados los Baudelaire y los Quagmire

Capitulo 3: Confusión y celos

Volvieron a besarse pero esta vez fue un beso apasionado,Violet colocó sus brazos al rededor del cuello de Duncan y el posicionó sus manos en la cintura de ella.

Duncan dejó su boca para bajar al cuello de la chica dejando besos húmedos por este mismo.

Y comenzaron a caminar sin despergarse hasta estar en contra de la pared.

Duncan se quitó la remera por encima de la cabeza.

Y volvió a besar a la chica poniendo sus manos en el rostro de ella intensificando el beso, sus manos comenzaron a bajar y desabrochó el hermoso vestido color azul que traía puesto Violet por la parte de atrás, cuando estaba por bajar las mangas y así quitarle la ropa Violet se separó bruscamente

-no puedo- fue lo único que logró salir por la boca de Violet. Lagrimas caian de sus ojos resbalando por sus mejillas

Duncan hizo una mirada de confusión. Se rascó la cabeza, no sabía que decir ni que hacer.

Al fin alguno de los dos hizo algo... Violet salió corriendo llorando desconsoladamente y realmente apenada.

POV Violet:
Lagrimas y más lagrimas salían de mis ojos no podía contenerlas asi que preferí irme a un lugar más alejado para no tener que cruzarme con alguien y que me pregunten qué pasó, realmente no quería hablar del tema.

Caminé por los alrededores del internado, encontré un banco en un lugar que estaba medio escondido así que no había nadie allí.
Lo único que hice fue sentarme en aquel banco y llorar la verdad no sabia muy bien por qué lloraba. Tal vez por la vergüenza que tenía la verdad, no lo sé, pero no podía parar de hacerlo.

Estaba tratando de entender lo que acababa de pasar cuando siento algo tocar mi hombro.

Me sobresalté y casi pego un grito hasta que vi quién era... Era Quigley.

-¿Por qué tiene que ser tan igual a Duncan?- pensé.

Quigley al verme en ese estado se sentó al lado mio- Ey Violet ¿que pasa?- Lucía bastante preocupado.

Desvié la mirada hacia el suelo - nada - lágrimas seguían cayendo de mis ojos no podía contenerlas aunque quisiera.

Quigley agarró mi mentón y levantó mi cabeza para mirarlo a los ojos.

¿Por qué lloras?- dijo secando mis lagrimas pasando su dedo pulgar sobre ellas.

No respondí.

-No es necesario que me digas que te ocurre, solo quiero que sepas que siempre estaré para ti. Desde que te conocí me pareciste una persona maravillosa y alguien que vale la pena. Así que aquí estoy para darte todo mi apoyo.- dijo Él

Luego de estas palabras me abrazó fuertemente y empecé a llorar desconsoladamente.

- gr-a-cias - dije mientras me recostaba en el banco apoyando mi cabeza en sus piernas

El comenzó a acariciar mi cabello-No hay de qué, no olvides que puedes confiar en mí. Como te dije antes, no es necesario que me cuentes que pasó pero siempre estaré aquí para abrazarte fuerte y hacer que te olvides de lo que ocurrió.

Tomé su mano y me levanté para darle un beso en la mejilla y le sonreí -eres tan buena persona debería existir más gente como tú - dije mientras me volvía a recostar en sus piernas

El seguía acariciando mi cabello y soltó una carcajada - te imaginas un mundo con Quigleys por doquier eso si seria la destrucción total.

Yo también solté una carcajada - para mí sería un mundo divertido y con gente en quien confiar -

Seguimos riéndonos y pasando un buen momento, me gustaba estar con Él, me hacía reír y me daba confianza. Era un buen chico.

POV Duncan:

Vi como Violet salía corriendo con lágrimas cayendo de sus ojos.

La verdad estaba un poco confundido, ¿qué había hecho mal? Me senté en la punta de la cama que habíamos construido. Me agarre la cabeza con las manos, tenia muchas preguntas.

Después de unos minutos de tanto pensar me decidí a ir a buscar a Violet.

Recorrí por completo el internado preguntando a todo el mundo si habían visto a Violet pero nadie la vio.

Decidí buscarla por los alrededores del internado, y me alegré al verla, se encontraba en un lugar bastante alejado y silencioso hasta que una persona aparece detrás de ella... ¿Quigley?

Al verlo me escondí detrás de un árbol ya sé, es algo un poco chiquilin pero no iba a volver sin saber que ocurre aquí.

Me sorprendí al ver que se abrazaron no podía escuchar lo que decían pero tenia una sensación rara. Más aún cuando ví  que Violet se acostaba en sus piernas y Él le acariciaba el pelo, ¿qué está pasando aquí? Y más me sorprendí cuando ella le agarró la mano y le besó la mejilla ¿de que me perdí? Ver como se reían y se divertían me hervía la sangre.

Estaba celoso, y bastante. No me importaba admitirlo. No podía soportar verlos así que me fuí muy enojado.

*

Me senté a pensar en una de las mesas de la cafetería. No podía creer que mi hermano, mi propio hermano, me haya quitado a mi chica. Lo odio, lo odio tanto.

En eso aparece Él cruzando por las puertas del comedor abrazando a Violet y riéndose juntos.

Aprieto los puños y la mandíbula fuertemente. Intento controlarme pero no puedo, la ira y el enojo me controlan, empiezo a caminar muy rápido hacia donde está Quigley.