NARNIA: La Princesa Del Viajero Del Alba

Capítulo 4. Basta de Charlas.

Llevaron a las chicas y a Eustace al lugar donde se suponía que vendían a los esclavos. Ahora mismo estaban ofreciendo a la venta a Lucy, la cual tenía las manos encadenadas igual que todos los otros esclavos.

- ¡Ofrezco 60! – exclamo un hombre.

- ¡ofrezco 80! – exclamo otro.

- ¡Doy 100 por la señorita!

- ¡Yo doy 120!

- ¡Yo 150!

- ¿Alguien ofrece más? – pregunto el vendedor.

Al ver que nadie ofrecía más le coloco un cartel de "vendida" en el cuello a Lucy.

- Y ahora por este espécimen – dijo tomando a Eustace - ¿Quién abre la subasta? – pregunto, pero al ver que nadie ofrecía nada prosiguió – vamos señores, tal vez sea pequeño pero es fuerte.

- Si claro, huele peor que el trasero de un minotauro – dijo un hombre haciendo reír al resto.

- ¡Esa es una mentira denigrante! ¡gane un premio a la higiene dos años seguidos! – dijo Eustace indignado.

En eso sacaron a los muchachos encadenados, Gal miro hacia Peter el cual coincidentemente iba delante de Primus. Peter le dio un asentimiento y Prim le guiño un ojo en complicidad.

- Yo me llevare al muchacho – dijo un hombre encapuchado – de hecho, ¡me los llevare a todos! – el hombre se quitó la capucha y en realidad eran Drinian y Reepicheep.

Muchos otros extraños también se quitaron sus capuchas y eran la tripulación.

- ¡Por Narnia! – gritaron y empezaron a pelear.

Los chicos se quitaron las cadenas y golpearon a los guardias que los llevaban. Las chicas también hicieron lo mismo, tomaron sus armas que estaban en una mesa y se pusieron a luchar con los demas.

Luego de ganar, todos gritaban y celebraban de felicidad. Peter buscaba entre la multitud a Gálatas, y la encontró en los brazos de Primus. Este cargándola con sus brazos en sus muslos, ella río y él la bajo. Gal volteo hacia Peter y corrió hacia él para abrazarlo, Peter al principio fue recio pero luego de unos segundos termino abrazándola igualmente. Se dio cuenta de que por nada del mundo quería perderla. Mucho menos por un rubio mucho menos atractivo que él (en su opinión).

- Vamos par de enamorados – dijo Edmund pasando por su lado.

- Peter en serio quiero hablar contigo – le dijo Gálatas.

- Lo haremos en el barco, en la proa esta noche – dijo Peter.

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Ahora se sabe que las islas solitarias son libres de los vendedores de esclavos. Todo el pueblo los vitoreaba y saludaba a medida que caminaban hacia los botes. Peter, Caspian, Gálatas y Susan iban más adelante mientras que los demás iban detrás de ellos.

- ¡Majestad! – grito un hombre que se acercaba con su hija.

Drinian los detuvo pero Gálatas le dijo que estaba bien y los dejo pasar.

- Está mañana secuestraron a mi esposa – dijo el hombre – por favor, déjeme ir con ustedes.

- Está bien – le dijo Caspian.

- ¡Yo quiero ir contigo! – dijo su pequeña hija.

- No Gael, quédate con tu tía – le dijo su padre.